Silencia la voces del enemigo,
él sólo quiere destruirte. Silencia las voces de él y escucha las palabra de Dios.
Tu identidad es ser hijo de Dios y por lo tanto, heredero de sus promesas
Cuando el enemigo venga a hablarte con sus mentiras, hablá más fuerte, no lo dejes seguir, no lo escuches, el solo quiere distraerte, amargarte, desalentarte, hacer que dudes de Dios, hacerte desistir y sacarte del propósito de Dios.
Por eso recuerda, sos un hijo de Dios, un hijo legítimo de Dios, Él te compró con su Sangre, un hijo amado de Dios, Él pelea por ti como León rugiente, nunca te deja solo, jamás te abandona, porque Él es fiel.
Por eso, nunca creas las mentiras del enemigo, él ya está derrotado, vencido por la Sangre de Cristo.
Pero si puede hacer que lo escuches en una sola palabra, ya estaría ganando, aunque éste vencido, porque estaría haciendo que creas en él y dudes de Dios.
Dios es un Padre bueno, que siempre está buscándote, que aunque te hayas ido y hayas pecado, Él te sigue esperando para recibirte y perdonarte, porque el perdón y la misericordia de Dios, es para mí y es para vos!!.
Cómo es que vas a dudar de Dios y creerle al enemigo?. Dios es tu Padre y te ama, el enemigo te odia y quiere destruirte!!
Grábatelo en la mente y en el corazón:
Sos un hijo de Dios!
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