domingo, 30 de julio de 2017

El Amado de mi alma.

Y mi Amado es para mí
Y yo soy para mi Amado
(Cantar 2, 16)

El Amado está a la puerta y llama, no quiere esperar, quiere estar con su criatura, la criatura no está lista, el Amado se va.

Yo dormía,
pero mi corazón estaba despierto.
Oí la voz de mi amado que me llamaba:
"Abreme, hermana mía, compañera mía,
paloma mía, preciosa mía;
que mi cabeza está llena de rocío,
y mis cabellos de la humedad de la noche"

Me quité la túnica,
¿tendré que ponermela otra vez?
Me lavé los pies,
¿cómo voy a volver a ensuciármelos?
Mi amado metió la mano
por la cerradura de la puerta;
¡cómo se me estremeció el corazón!
Me levanté para abrir a mi amado,
y mis manos destilaron mirra,
corrió mirra de mis dedos
sobre el pestillo de la cerradura.
Abrí a mi amado,
pero mi amado ya se había ido.
(cantar 5, 2-6)

¿Qué hay en tu corazón que no deja entrar a tu Amado?

¿Qué está ocupando ese lugar?

Piensa, revisa, mira que tienes que sacar de tu corazón para que tu Amado pueda entrar.

El es el Amado del alma, no lo hagas esperar, él desea verte, desea estar en tu corazón, desea estar con su criatura.
A veces ves que te despiertas de madrugada y ya no puedes dormir, es tu Amado, es el Amado que llama, quizá quiera decirte algo, quizá no, quizá solo quiera verte, solo eso. ¡Que emoción! Jesús el Amado me despierta solo porque quiere ¡verme! ¡quiere estar conmigo!

¡El Amado busca ser amado!

Cuando te despiertes de madrugada, levántate, es tu Amado que te llama, es tu Amado que quiere verte. No importa si no sabes que decir, no importa si no te dice nada, solo piensa que te ha despertado porque quiere verte. Hábrele, no lo hagas esperar, no sea que se vaya. Hábrele, hábrele rápido, es Jesús.

Paloma mía, que te escondes
en las grietas de la rocas, en apartados riscos,
Muéstrame tu rostro, déjame oir tu voz,
porque tu voz es dulce
y amoroso tu semblante.
(Cantar 2, 14)




Con Cristo somo invencibles

Cuando sabes que Dios está contigo, no importa quién está contra ti. Con Dios somos invencibles, más que vencedores.

La batalla no es nuestra, es de Dios, Él pelea por nosotros como león.


Facebook: mundocatolicoMC


Miramos por fe, no por vista

Si miras la realidad, la tormenta, te llenas de temor y te hundes como Pedro, que en vez de mirar al Maestro, miró los vientos.
Mira al Señor, pon tus ojos en Él, mira el sueño que Dios puso en ti, recuerda y enumera sus promesas, camina en fe, sabiendo que Dios es fiel.

Él no falla jamás.
¡Dios te bendiga!

Facebook: mundocatolicoMC



sábado, 29 de julio de 2017

A veces se pierde lo bueno buscando lo mejor

¿A veces se pierde lo bueno buscando lo mejor?

Claro que no! Esa es una frase mediocre y conformista, puedes perder lo mejor por quedarte con lo bueno, ¿y por qué quedarte con lo bueno cuando Dios quiere darte lo mejor?

Sal de tu comodidad, de tu zona de confort, suelta lo aparentemente bueno, lo seguro y ve a buscar lo que Dios quiere darte que no solamente es bueno sino que es lo mejor.

Lo que Dios va a darte siempre va a ser lo mejor, porque Él sabe lo que es bueno para nosotros y siempre va a superar nuestras espectativas, porque nuestros sueños son pequeños, nuestra mente es pequeña, no cabe en la inmensidad de Dios. Los sueños de Dios siempre son gigantes! Dios sueña en grande.

Por eso, no te quedes solo con lo bueno, ve a buscar lo mejor, lo que Dios ya pensó desde toda la eternidad para darte, no estás para algo pequeño , estás en este mundo para algo grande, porque tu Padre es grande y confía en tus capacidades, pero quiere que salgas de tu comodidad, que te arriesgues, que luches y que no escuches al mundo con sus palabras conformistas, Dios no es un Dios conformista!

Muchas veces para conseguir lo mejor, lo que Dios va a darte, debes hacer sacrificios, como por ejemplo, renunciar a cosas, a personas, a empleos, hasta mudarte de casa o de país, arriesgarte, ir por más, estar más tiempo con el Señor, a veces tiempo completo, levantarte de madrugada a orar, viajar horas para ir a una capilla de adoración o a la Misa con lluvia o con sol, resistir cuando quieres dejar todo, ver como todos se hacen a un lado y decirle al Señor: yo te soy fiel.

Salir de Egipto, atravesar el desierto, cruzar el Jordán, llegar a la tierra prometida y echar fuera a los gigantes.
Pasar pruebas duras, llorar días y noches, caer muchas veces y levantarte, que aparezcan problemas de la nada y no entiendas, pero sabes que Dios está y siempre tiene el control, que aparezcan voces negativas que te inciten a volver atrás, que te digan que estás loco que como estabas antes estabas mejor, que en algún momento hasta llegues a pensar que estabas mejor en Egipto comiendo cebollas. Quedarte sin palabras y solo mirar al cielo pidiendo ayuda. Pero siempre fiel al Señor.

Y Dios al ver tu fidelidad y tu resistencia, al haberte probado y pesado tu corazón y gustarle lo que encontró, pone en tus manos lo mejor que Él tiene para darte, lo que te tenía reservado desde toda la eternidad.
Por eso,

¡No te quedes con lo bueno. Busca lo mejor!



Fb: @mundocatolicoMC


lunes, 24 de julio de 2017

Jesús el amigo


Jesús, el único amigo, el que nunca falla, el amigo fiel, el que da la vida por sus amigos.

Ya no los llamo servidores sino que los llamo amigos!

"Amigo hay uno sólo y soy Yo"

No te pierdas de tener este gran amigo, el que nunca te va a dejar caer, nunca te va a dejar solo, siempre te va a ser fiel, va a estar contigo socorriendote en las malas y alegrándose contigo en las buenas!

No hay como Él, en ningún lado vas a encontrar un amigo como él. Él es el tesosro mas grande que uno pueda encontrar.

El es Jesús, nuestro fiel amigo!

sábado, 22 de julio de 2017

Tengo un propósito

Lo que Dios puso en tus manos es grande, grandioso, poderoso, tienes que creer y confiar que estas en este mundo por algo, no viniste a ocupar un espacio. 

Lo que Dios puso en tus manos es valioso, si el demonio lo sabe y lo cree, ¿cómo no lo crees tú?

Levántate! El Señor te espera, levántate y cree en ti, cree en ti que Dios creyó primero! No eres poca cosa, no eres un don nadie, un hijo de nadie, tú tienes dignidad, créela y defiéndela, eres un hijo de Dios, no te dejes arrastrar por el suelo cuando Dios te levantó, cuando Dios te puso corona real. Eres hijo de un Rey, tienes un Padre, un Padre que es el dueño del mundo, pero tienes que creerlo.

Debes decírtelo todos los días: tengo un Padre, tengo un Padre, tengo un Padre, él no me va a abandonar, él no me va a dejar, el pelea por mí, él me busca, él me cuida, él está conmigo cuando todos me abandonan, él es mi sustento, él es mi proveedor, el es mi creador, él es mi todo, él es mi Padre, como no voy a servirle?

Levántate y cumple con lo que Dios te confío.

Si estás en esta tierra, es con un gran propósito. Créelo.


viernes, 21 de julio de 2017

Cuando en la vida te tocó vivir situaciones desagradables como por ejemplo pasar necesidades, hay dos maneras de pasarlas:

Si las vivis sin Dios, te llenás de miedo, miedo a pasar por la misma situación y decís, no voy a dar, no vaya a ser que me quede sin nada. Tu corazón se vuelve duro ante la necesidad del otro, no tenés misericordia, te volvés avaro, egoísta, una persona sin corazón.

Cuando tu tribulación la vivís con Dios, tu necesidad se vuelve ayuda, tu corazón se vuelve misericordioso, generoso, te duele el dolor del otro, estás pronto a ayudar. Te dejaste trabajar por el Maestro, aprovechaste la prueba y saliste victorioso!

La misma situación solo es diferente según con quién la pases. Vos elegís, o con Dios o sin Dios. Sabiendo que con Dios, todas las tribulaciones producen un eterno peso de gloria.

Al taller del Maestro vamos a ir todos. Por eso es mejor aprovechar todo lo que el Señor nos manda o todo lo que el Señor permite, porque de todo Él siempre saca algo bueno.

Todo concurre para el bien de los que Dios ama.

Déjate tallar por el Maestro y verás las ganancias. Tendrás una relación distinta con él, tu corazón será semejante al de él, verás su rostro, se purificará tu fe, el Señor verá que en medio de las pruebas le fuiste fiel, lo seguiste buscando a él y Él te recompensara.

Todo queda escrito en el Libro de la Vida, todo, tus procesos también, por lo tanto, si vas a pasar una batalla, una prueba, una tribulación, que en el Libro de la Vida quede escrito: "

"Vino al taller y se dejó tallar por el Maestro".


Dios te bendiga.

sábado, 15 de julio de 2017

La fábrica de la amargura

¿Por qué no somos felices cuando Dios quiere que lo seamos?

Es más, es una orden, Dios te dice: "Quiero que seas feliz, quiero que vivas alegre"

Pero le hacemos caso al mundo. Hay algo social que te dice: si estás mal, si no tenés trabajo, si no tenés para comer, si sos un rechazado, si nadie te acepta, si no tenés casa o no te podés comprar esa ropa de marca, no podés ser feliz, no podés estar contento, es más, si estas contento te dicen: ¿cómo podés estar contento si te va mal?

Lo normal para el mundo es estar mal, el mundo, la sociedad, es una fábrica de amargura y uno de sus delivery es la televisión, con esos programas de "actualidad" que sólo hablan de que todo está mal y te van metiendo la idea que si al país le va mal, si estás mal ¿cómo podés estar contento? Y sin darte cuenta te van amargando el espíritu.

No importa si va todo mal, si la "realidad" es un desastre, yo estoy contento porque Dios me dice que sea ¡FELIZ!.  Es una orden: Yo te digo que seas feliz, aunque no tengas nada, aunque todo vaya mal, aunque no te acepten, aunque a la gente no le guste como seas. Yo te quiero así, Yo te necesito así, Mi obra la hice así y la quiero así, quiero que seas feliz.

Pero a Dios no lo escuchamos, escuchamos al mundo y a sus mentiras y hasta pensamos que Dios nos quiere así, tristes, amargados.
Estoy pasando por una cruz, Dios quiere que esté triste. Estoy en una tribulación, Dios quiere que esté triste. No tengo trabajo, Dios quiere que esté triste. ¡NO! Dios no quiere que estés triste, Dios quiere que vivas alegre, feliz, aunque te vaya mal! Porque Él creó al hombre para que sea feliz, pero viene la fábrica de la amargura y te dice: ¡No se puede!.
Pero, ¡SÍ SE PUEDE!

Ya lo dice en su palabra:

"Saltad de júbilo, aunque de momento tengáis que sufrir un poco en diversas pruebas.
Así la pureza de vuestra fe resultará más preciosa que el oro (que aunque después de acrisolado por el fuego, perece).
Y será para vuestra alabanza y gloria y honor en el día de la manifestación de Jesucristo".
(1Ped 1,6-9)

El demonio nos hace creer a través del mundo que para ser feliz se necesitan ciertos requisitos: gozar de buena salud, tener un buen pasar económico, no tener problemas, tener amigos, ser estimados. Pero viene Dios y te dice: "Yo quiero que seas feliz igual", y no le creemos porque le creemos al mundo y al demonio.

Dios nos quiere felices en todo tiempo. Hay que romper con la estructura mental de que si no tenés ciertas cosas no podés ser feliz, es un engaño del mundo, de la sociedad, de las personas, de la televisión.

No escuches a las personas que te dicen no podés estar bien cuando todo te va mal,  esos son los Rabsasés, los enviados del enemigo que viene con sus mensajes a traer desánimo y amargura.

"Rabsasés, mensajero de Senaquerib, rey de Asiria: Decid a Ezequías, así dice el gran rey, el rey de Asiria: ¿Qué confianza es ésta en que tú te apoyas? Tú piensas que las meras palabras sustituyen la prudencia y la fuerza para la guerra. Y ahora ¿en quién confías para rebelarte contra mí?"
(2Reyes 17, 19-20)

"¿Acaso he subido yo ahora sin Yavhé contra este lugar, para destruirlo? Es Yavhé quien me ha dicho: "Sube contra este país y destrúyelo"
(2Reyes 17,25)

Esto es lo que te hace creer el enemigo, te dice que Dios quiere que estés mal, triste, amargado, deprimido, ¡claro! si está todo mal, cómo no vas a estar deprimido, es lógico. No escuches al enemigo ni a tus Rabsasés que te hacen creer que hablan de parte de Dios. Esas son todas mentiras del enemigo para que no te levantes.

Creele a Dios, escuchá a Dios. Vos te debés a tu Padre y si tu Padre te dice que seas feliz, entonces hacele caso a tu Padre.

Muchas veces uno cambia porque a la gente no le gusta como somos y nos ponen un pie en la cabeza y nos aplastan y nosotros como queremos ser aceptados vamos cambiando y nos amoldamos a lo que ellos quieren. ¡Cuidado! Eso es un engaño del enemigo que sabe muy buen que si Dios te hizo así, es porque así te quiere y porque así te necesita para su propósito. No te dejes pisar por el enemigo, no cambies porque a otros no les gusta como sos, no escuches los mensajes del enemigo.

Fijate lo que dejás entrar por tus ojos y tus oídos, porque aunque vos digas que no te afecta, lo vas escuchando y eso va entrando en el alma y te va amargando.

No le creas a la fábrica de la amargura que te dice que lo normal es estar mal.

Creele a Dios que te creó para ser feliz:

Estén siempre alegres. Oren sin cesar. Den gracias a Dios en toda ocasión: esto es lo que Dios quiere de todos ustedes, en Cristo Jesús.
(1Tesalonicenses 5,16-18)

Alégrense profundamente cuando se vean sometidos a cualquier clase de pruebas, sabiendo que la fe, al ser probada, produce la paciencia.
(Santiago 1,2-3)

¡DIOS QUIERE QUE SEAS FELIZ, EN CUALQUIER CIRCUNSTANCIA!

miércoles, 12 de julio de 2017

¿Por qué hay oraciones no contestadas?

¿Por qué Dios no contesta nuestras oraciones?

Muchas veces, pedimos a Dios, clamamos, imploramos, lloramos y parece que Dios estuviera sordo, que no nos escucha porque no nos contesta como nosotros quisiéramos.

¡Él siempre escucha nuestras oraciones! Antes que comencemos a hablar ya sabe lo que vamos a decir. Pero Dios... Tiene otros ¡planes! Otros caminos. Él es el que ve el principio y el fin. Él sabe lo que necesitamos, cómo y cuándo. Pero nosotros que no podemos ver mas allá, nos enojamos cuando no vemos el cumplimiento de nuestras oraciones y solo porque no sabemos pedir bien, como dice san Pablo:

No sabemos orar como es debido.
(Rom 8,26)

El Señor es el que conoce nuestros caminos. El sabe que planes tiene para nosotros:

Yo sólo se que planes tengo para ustedes, planes de bien y no de mal, para que tengan un futuro lleno de esperanza.
(Jeremías 29,11)

Muchas veces nos enojamos cuando le pedimos por la sanación de una persona y no sucede. No sabemos que el Señor tiene un plan para esa persona, con esa enfermedad, aunque sea feo y doloroso ver a un ser querido enfermo, puede ser que Dios esté utilizando esa enfermedad para la conversión de esa persona, para su purificación y santificación, puede estar restando días en el Purgatorio, puede Dios también con eso hacer que personas a su alrededor, como familiares, amigos, médicos se conviertan y así alcancen su salvación.

Puede la persona estar pagando las penas que debería pagar en el Purgatorio. Nosotros no sabemos, por eso nos enojamos. Pero tenemos que saber que Dios es el Dios que lo ve todo y tiene todo bajo control. Él ve el principio y el fin.

Cuando una enfermedad o una tribulación llega a nuestras vidas y es bien recibida y aceptada, Dios hace grandes cosas con eso. La persona puede ofrecer su sufrimiento por ella misma, por la conversión de los pecadores, por algún alma que esté en peligro de caer o por las almas del purgatorio.

Es difícil aceptar las pruebas, pero como igual hay que pasarlas, mejor aprovechemos esa ocasión y después vamos a ver cuánto bien nos hizo. Habremos ganado también grados de gloria en el ¡cielo!

Una anécdota de San Agustín nos muestra como Dios siempre tiene sus planes cuando nosotros aún no los vemos:

De las confesiones de San Agustín:

También fue obra tuya para conmigo el que me persuadiesen de irme a Roma y allí enseñar lo que enseñaba en Cartago. Más no dejaré de confesarte el motivo que me movió, porque aún en estas cosas se descubre la profundidad de tu designio y merece ser meditada y ensalzada tu presentísima misericordia para con nosotros...

A fin de que cambiase de lugar para la salud de mi alma me ponías espinas en Cartago para arrancarme de allí y deleites en Roma para atraerme allá.

El verdadero porqué de salir yo de aquí e irme de allí sólo tú lo sabías, oh Dios, sin indicarmelo a mi ni a mi madre, que lloró atrozmente mi partida y me siguió hasta el mar...

¿Y que era lo que te pedía mi madre, Dios mío, con tantas lágrimas sino que no me dejases navegar?. Pero tú, mirando las cosas desde un punto más alto y escuchando en el fondo su deseo, no cuidaste de lo que entonces te pedía para hacerme tal como siempre te pedía ( la conversión de Agustín)

Sopló el viento, hinchó nuestras velas y desapareció de nuestra vista la playa, en la que mi madre, a la mañana siguiente, enloquecida de dolor, llenando de quejas y gemidos tus oídos, que no los atendían. Deseaba tenerme junto a sí, sin saber los grandes gozos que tú le preparabas con mi ausencia. No lo sabía, y por eso lloraba y se lamentaba. (Conf 8,15)

En conclusión:

¿Dios escucha nuestras oraciones?
¡Claro que sí!

¿Y Dios contesta nuestras oraciones?
¡Por supuesto! Porque Dios también habla en el silencio.

lunes, 10 de julio de 2017

Tan sólo toca su manto

Su presencia sana, no hace falta que te diga nada, sólo con estar ahí con Él es suficiente. ¡Su presencia sana! Sólo tócalo y sanarás.

Ve con Él, toca su manto, ¿y cómo lo encuentras, dónde lo tocas?. En la Eucaristía, en la oración, en el Sagrario.

La mujer llena de fe sabía que solo con tocarlo quedaría sana, ella no necesitaba que le dijera nada, no necesitaba que le hablara, tan solo sabía que con tocarlo era suficiente, y Jesús quedó admirado de la fe de aquella mujer.

¡Toca a Jesús y serás sano!

Sé tú cual la mujer que fue y tocó
el borde del vestido de Jesús,
poder salió de Él y ella sanó,
y si lo tocas tú sanas también.

A la casa de Jairo iba Jesús,
una gran multitud iba tras Él,
una pobre mujer llena de fe,
no miró la multitud y le tocó.

Jesucristo, fui yo quien te tocó,
mi mal ningún doctor pudo curar,
mas tu gracia divina me sanó,
y mi alma del pecado se libró.

domingo, 9 de julio de 2017

Invocación al Espíritu Santo


Cuando vayas al Santísimo

En este tiempo tuve la oportunida de ir a visitar al Santísimo todos los días durante tres meses.
En este tiempo he visto cosas que me sorprendieron. 

Antes solamente iba un ratito al Sagrario y listo, pero en esta oportunidad que estuve yendo todos los días a ver a Jesús expuesto, pude, además de ir a encontrarme con Él, observar el comportamiento de la gente y que sorpresa me lleve!!!

Desde la llegada de la gente hasta que se retiran eh observado varias cosas que estaría bueno tener en cuenta cuando tengas tu visita al Santísimo o al Sagrario.

Primero: Tenemos que saber bien ante quién estamos, estamos ante el Rey de reyes y Señor de señores, por eso, cuando entremos, hagamosolo con respero y reverencia. Si hay tanto protocolo para ver a un presidente, imagínate lo que es ir ante el Rey de reyes. Entra al Santísimo con respeto y reverencia, estas yendo ante el Creador, ante el Rey, ante Jesús.

Entra despacio, ya que hay personas que estan en su oración y merecen tu respeto, respetemos el silencio.
Al entrar haciendo ruido, podemos sacar a la persona de su oración, de su silencio, de su encuentro con Dios.
Cuando ya hayas entrado y te hayas sentado o arrodillado, tómate unos minutos para saber ante quién estás y saber que ahí está Jesús que te escucha y te ve. Quédate un tiempo pensando que ahí está Jesús, Él te está mirando, Él estuvo esperando tu llegada, Él estaba mirandote mientras ibas en viaje y estaba ansioso por tu llegada, Él está listo para escucharte.

¡Jesús te escucha! Háblale en silencio, el escucha sin palabras, no le hables a Jesús en voz baja, háblale en silencio, mira que hay muchas personas que estan hablando con Jesús y si todos vamos a hablar en voz baja, sería un barullo. Además, también de hablar con Jesús, queremos escucharlo, porque el además de escuchar también habla, y necesitamos silencio para poder escucharlo, por eso no hables en voz baja, hablale en silencio!

Hay muchas personas que murmuran las avemarias, otras suspiran, otras cantan, otras hablan y hablan y no paran de hablar y se convierte en algo molesto para los que necesitan orar. El sagrario es para estar en Silencio, hablar en silencio pero también ESCUCHAR

Cuando vayan al Santisimo también tómate unos minutos para escuchar, Dios siempre nos quiere decir algo, hablale (en silencio) luego quédate escuchando, algo va a pasar, quizá se te va a venir un pensamiento, o de repente suena en tu cabeza una canción, puedes llegar a escuchar una voz, o también, simplemente quedarte reposando con paz. Y te vas a dar cuenta que estas diferente de como entraste.

Cuéntale tus cosas, Él tiene más ganas de hablar con nosotros que nosotros con Él, decía el padre Pío. Cuéntale tus tristezas, tus problemas, tus sueños, alábalo, adóralo, cántale! Recuerda que Él está feliz de que estés ahí, es el momento en que Dios está con su criatura, ahí está Él, mirándonos feliz. 

Si te cuesta concentrarte, si te cuesta hablarle piensa que Él fue el que te atrajo, Él te llevó hasta ahí, no fuiste por tu cuenta, Él te llevó porque quería verte! ¡Él nos ama! Él desea vernos por eso nos lleva!

Ve a visitar a Jesús en el Santísimo, te está esperando, quiere verte y decirte lo mucho que te ama.

Y recuerda, hazlo en silencio.

Dios te bendiga.

sábado, 8 de julio de 2017

Paciencia en medio de las pruebas.

Esperar en Dios suele ser una experiencia apasionante, pero a la vez terrible. Cuando ya todo parece perdido y uno ha intentado hacer lo que estuvo a su alcance, se nos puede presentar esta propuesta del Señor: "¿ Y si esperas en Mi ?".

Una vez que aceptamos al decirle que sí, el "control" pasa de nuestras manos a las suyas. Es como si nos dijera: "Siéntate en el asiento de atrás que yo conduzco ahora". Al principio, nos sentimos felices de haber podido dar este paso y no es para menos ya que podemos descansar y confiar en que El se está ocupando de nuestro asunto. 

Pero con el correr de los días nuestro primer entusiasmo, confianza y alegría se empiezan a apagar. Ahora el Señor hace silencio. Ya no vemos señales que nos indiquen si vamos bien y muchas veces ni siquiera sabemos por dónde vamos. Pero El está ahí, al volante, tranquilo y sereno, conduciendo... El sí ve claro, El sabe en qué lugar nos encontramos y cómo llevarnos seguros a destino. Para nosotros llegó el momento de la confianza. Estar en medio de una situación en la que ya no tenemos el control es duro, pero si ya se lo hemos pasado a El, nuesta actitud correcta es la confianza.

El tiempo sigue corriendo y a esta confianza ciega en Aquel que "todo lo que quiere lo hace, en el cielo y en la tierra", le sigue otra virtud: la paciencia. Saber esperar en sus tiempos, creyendo que su plan es perfecto, que nada se le escapa, que bien conoce nuestra situación y sufrimientos derivados de ella.

No querer imponer nuestros criterios, ideas o sugerencias, sino más bien "darles muerte" es algo que también se nos pide. O es El quién está al volante, en el control, o somos nosotros, porque si nos ponemos a tironearle para un lado o para el otro, no sólo vamos a dificultar lo que quiere hacer en nuestras vidas sino que además lo podemos retrasar.

"La paciencia todo lo alcanza" nos repite hasta hoy santa Teresa y todo, es todo.
No se cuáles puedan ser las pruebas por las que hoy estés pasando, pero recordá: Dios es fiel, El no te va a abandonar nunca. Si le confiás el curso, la dirección y el control, El lo va a asumir y todo lo que pase tendrá un propósito que recién al final del proceso podrás ver con claridad. 

Tu fe habrá crecido entonces a niveles que no imaginabas; tu confianza se volverá más sólida, pero por sobre todas las cosas, tu vínculo con El se hará más fuerte, más profundo y podrás decir como Job después de sus pruebas: "Sólo de oídas te conocía; más ahora te ven mis ojos" (Job 42,5).

El santo rey David, no antes, sino después de haber sido librado de las manos de Saúl que buscaba matarlo pudo escribir: "Te amo, Yahvé, fortaleza mía, mi peña, mi baluarte, mi libertador. Dios mio, mi roca, mi refugio... asilo mio". (Salmo 17, 2-3).

Es hora de volver a Dios

Es hora de volver a Dios.
Todo te dice: ¡Vuélvete a Dios!.
Donde serás inmensamente feliz.
Dios te sueña, vuelve a tu Padre.
Nadie te va a amar como Él.
Con sus brazos extendidos te espera,
nadie te abrazará como Él.
Nadie te amará como Él.
En Él está la completa felicidad.
Nadie más te conoce como Él.
Nadie más te espera como Él.
Nadie más te extraña como Él.
¡Ya es hora!
¡Es hora de volver a Dios!

viernes, 7 de julio de 2017

El vacío de Dios

Pones tu felicidad en las cosas y en las personas y te vas llenando y llenando y cuanto más te llenas, mas vacío quedas.

El tiempo pasa y no te das cuenta que estas vacío, se siente sin embargo una molestia, un fastidio, un sin sentido y entonces te seguis llenando de las cosas y de las personas.

Y comienzas a sentir un dolor profundo en el corazón, y te preguntas qué es. Es un dolor fuerte, casi desgarrador, es como si tuvieras un agujero en el corazón, crees que vas a morir! Es muy fuerte, no lo aguantas! 
Crees que te va a durar para siempre. Te seguís preguntando qué es esto, qué me pasa, por qué este dolor!

Hay algo dentro tuyo que gime desesperado, que implora, que sabe lo que pasa. Es tu espiritu gritando ¡Ven Dios!  Aquí también hay lugar para vos. Tu espíritu lo llama, pero tu humanidad sigue al mundo y sus cosas y así Dios va quedando cada vez más lejos. No te das cuenta como tu espíritu busca a su Dios, no lo escuchas, el llora, clama, gime ¡Ven Dios! Pero tú, sumergido en tus cosas, sumergido en tus vacíos, no lo escuchas. Y sigues tu camino.

El tiempo pasa, y te olvidaste del dolor que sentiste, seguís en la misma situación, llenando tu sed de las cosas del mundo, pensando que te vas a saciar y cada vez vas por más.

Ahí es cuando vuelve otra vez ese dolor inexplicable, esta vez es más fuerte, ya no puedes aguantar, ya no lo puedes ocultar y le preguntas a Dios, qué es esto que me pasa, por qué me siento morir?.

El espíritu te susurra al oído: "Es el vacío de Dios". El vacío de Dios? Te preguntas. Y en una revelacion el Señor te contesta:

"Es el vacío de mí" "Te fuiste llenando de tantas cosas, ocupaste tu corazón de cosas que no te hacen feliz, de cosas que hasta te fastidian, y te dabas cuenta, pero ibas por más. Te llenaste de pensamientos nefastos que solo te hacen daño, de ilusiones falsas, de ídolos y también de cosas materiales y ya no hubo lugar para Mí"

Hoy te digo: "Vacíate para que Yo pueda tener el lugar que me corresponde en tu corazón, vacíate para que Yo sea el dueño de tu corazón, tu corazón fue crado para Mí, ese es mi lugar, Yo soy el único dueño. Si no te vacías, Yo no voy a poder entrar, voy a seguir estando en la puerta golpeando hasta que decidas dejarme entrar. Y una vez que Yo sea el dueño de tu corazón, ¡seras feliz!

"Quiero tu corazón, quiero que seas feliz, no importa como esté, Yo lo voy a sanar y restaurar, solo vacíalo para que pueda entrar. No tengas miedo, Yo soy tu felicidad, Yo quiero que ¡seas feliz!"

Sólo quiero tu corazón.
Jesús.

jueves, 6 de julio de 2017

Hay que pagar el precio

Quizá por ahí escuchaste muchas veces que para seguir a Cristo y sobre todo para servirle, hay que pagar un precio. He escuchado a varios predicadores decir: "¡Todos quieren estar de este lado!" "¡Todos quieren las luces, el glamour y la plataforma!" ¡"Pero para eso hay que pagar un precio"!

Sí, es verdad que hay que pagar un precio, no el precio del glamour y de la plataforma, el precio de servir a Cristo. Pero no escuché decir, que ese precio no es ¡tan alto! Que cualquier precio no es alto cuando se trata de seguir y servir a Jesús.

Pues, te lo digo yo, Sí, se paga un precio, pero nada es tan alto, nada hay alto cuando queres ¡seguir a Jesús! Todo precio queda por debajo cuando se trata de ¡seguir y servir al Maestro! ¡Qué otra cosa hay más importante en la vida que seguir a Cristo!. Cuando pensas de ese modo, cuando queres que tu vida sea solo Cristo, cuando queres hacer su voluntad y estar en el cumplimiento de su propósito, ningún precio te parece alto, y te entregas a las manos del Maestro para que haga de vos lo que Él quiera.

Y ahí empieza el precio. ¿Y cuál es ese precio? La incomprensión, el rechazo, las burlas, el ser dejado a un lado, el desprecio... Y, LA PURIFICACIÓN.

Cuando te decidis a servir a Cristo, Él te tiene que purificar y para eso debe pasarte por el fuego, por el desierto, por las pruebas, por las tribulaciones. Empieza el entrenamiento del Señor, que es duro, pero vale la pena!

Quizá te toque pasar por grandes humillaciones, ya que Dios necesita personas humildes y la humildad se logra en la humillación, quizá te toque dejar todo y abandonarte en las manos del Señor y llegar al punto en el que Él sea tu única confianza. Quizá tengas que pasar tribulaciones, una tras otra, y te parece que no se terminan, Dios está probando tu resistencia. Él necesita guerreros de primera fila. Quizá te haga pasar un tiempo sin trabajo y vos ves como empezas a llenarte de deudas y ves como se te va acabando el sustento, ¡no te preocupes! en esas pruebas, Él siempre manda su providencia.

No se que prueba, que precio te tocará pasar, sea cual sea, aguanta, resiste, puede ser que un día te enojes, que otro día no entiendas, que pienses que estas sólo, que Dios escondió su rostro, hasta podés llegar a pensar que es un castigo, que Dios está enojado! Solo ten fe! Y acuérdate que estas pagando el precio y que Dios siempre va a estar a tu lado, Él es fiel, nunca te abandonará ni te dejará.

Y resiste! Aguanta! Dios te está formando y preparando para usarte, para ir a rescatar almas! Déjate entrenar por Dios, es duro, sí, pero vale la pena. Tenemos que ser guerreros de Cristo!

Cuando estés pasando por la prueba, recuerda esta cita:

"Salten de júbilo aunque de momento tengan que sufrir un poco en diversas pruebas.
Así la pureza de su fe resultará más preciosa que el oro (que aún después de acrisolado por el fuego, perece)
Y sera para su alabanza, gloria y honor en el día de la manifestación de Jesucristo"
"Y se regocijarán con un gozo inefable y radiante al recibir el fruto de su fe y la salud de sus almas"

El León de la tribu de Judá ha vencido

“Vi a un ángel poderoso, que proclamaba con fuerte voz: ¿Quién es digno de romper los sellos de este rollo y abrirlo?” (Apocalipsis 5:2)

“Pero nadie en el cielo ni en la tierra ni debajo de la tierra podía abrir el rollo y leerlo.” (Apocalipsis 5:3).

“Entonces comencé a llorar amargamente porque no se encontraba a nadie digno de abrir el rollo y leerlo.” (Apocalipsis 5:4).

“¡Deja de llorar! Mira, el León de la tribu de Judá, el heredero del trono de David, ha ganado la victoria. Él es digno de abrir el rollo y sus siete sellos.” (Apocalipsis 5:5).

Digno eres, Digno eres

de recibir la Gloria

Gloria, Honra y Poder!

Porque Tú has creado, creado todo
y Tu me has creado a mí

Y por Ti existe todo en el mundo

Gloria, Honra y Poder.

Sólo tú eres Digno Señor, no hay otro!
Sólo Tú eres digno de abrir los sellos.
El cordero inmolado por amor.
El León de la tribu de Judá.
La estrella brillante de la mañana.
El alfa y el omega, el principio y el fin.
Por Él es que existen todas las cosas.
Todos se postran ante su presenc.
Toda rodilla se dobla en el cielo, 
en la tierra y debajo de la tierra.
Y toda lengua procama:

¡Que Jesucristo es el Señor!

Tu amor por mí es más dulce que la miel
y tú misericordia es nueva cada día.
Es por eso que te alabo
es por eso que te sirvo
es por eso que te doy todo mi amor.

EL LEÓN DE LA TRIBU DE JUDÁ HA VENCIDO.

miércoles, 5 de julio de 2017

Testimonio de una confesión

Una persona que pasó varios años sin confesarse nos cuenta su testimonio, como es un poco largo y tiene detalles que no se pueden perder, lo ponemos en dos partes.

La primer parte, es el testimonio de la confesión, antes durante y después.

La segunda parte del testimonio es la confirmación de la confesión a través de un sueño.

TESTIMONIO, PRIMER PARTE:

Estuve ocho años sin confesarme, en todo ese tiempo nunca dejé de ir a Misa, no tomaba la comunión, por lo tanto también estuve ocho años sin tomar la comunión. Ya a los últimos años comencé a sentir que caminaba sobre un hilo muy delgado y que si se rompía me caía al abismo, me perdía, me condenaba para siempre, yo sentía que me estaba perdiendo! Sabía que si ese día me moría, no me salvaba.

Un día de repente, me empecé a sentir muy mal, era un jueves a la noche, esas cosas que nunca más te olvidás, me fui a mi pieza y me senté en el suelo, sentía que me hundía en un pozo, era muy real, era tan real que le gritaba a Dios que me ayudara, pero cuanto más le pedía que me ayudara más sentía que me hundía, era un pozo muy hondo y cada vez me iba más abajo, llegué a pensar que no iba a poder salir nunca más de ahí, era ¡desesperante!. Le seguía gritando a Dios, ¡Ayudame Dios, por favor! ¡Ayudame, quiero ser feliz!.

Muchas veces le grité y le imploré, ¡ayudame, quiero ser feliz! De repente, escucho una voz que me dice: "¿Querés ser feliz? Andá y confesate" Enseguida me paré como si nada, me levanté y me fui a buscar un examen de conciencia, lo hice y anoté mis pecados en una hoja, como eran tantos, me los podía olvidar.

Al otro día me levanté muy contenta. ¡Me iba a confesar!, era un viernes a la mañana. Me fui al lugar más seguro, a la catedral, ya que ahí confesaban todos lo días por la mañana, me tomé el colectivo y fui. Al llegar, no estaba el sacerdote, voy a preguntar a la secretaría y me dicen que hoy no iva el sacerdote. Está bien, me dije, me voy a otro lado.

Me tomo el colectivo y me voy a una capilla cerca de mi casa, cuando llego, estaba cerrada con reja, está bien, dije, no voy a pensar, voy a ir a otra Iglesia que es más grande y ahí seguro va a estar abierta y van a estar confesando. De nuevo me tomé el colectivo y además el tren.

Llego y... No solo estaba cerrada, sino que además tenía un candado ENORME. Está bien, las voces que estaba tratando de silenciar, ya nos las podía callar más y entonces ahí, el enemigo comenzó a hablarme:

-¡Ah! ¡Dios te cerró la puerta, ya no te va a perdonar! ¡ESTAS CONDENADA! ¡Dios no te perdona, Dios no te quiere, te va a mandar al infierno!

Esas palabra se me repetían muy fuerte en mi cabeza y eran tantas que me las empecé a creer, me fui llorando al tren mientras el enemigo me seguía hablando, y yo lo escuchaba, su voz era sarcástica, mi cabeza me estaba estallando, ya no aguantaba más... Todo el tiempo me decía: ¡estás condenada! ¡estas condenada! ¡ya no hay oportunidad! ¡Dios te cerró la puerta!

Hasta que apareció otra voz llena de paz que me decía:

-¡El que busca encuentra!

Todo el viaje en mi cabeza era:

-¡Dios te cerró la puerta, estás condenada
-¡El que busca encuentra!

Al escuchar, el que busca encuentra, se me vino el recuerdo de una Iglesia a la que habia entrado "de casualidad" dos días antes, y había visto "de casualidad" los horarios de confesión. Y me acordé que ahí confesaban por la tarde de 17 a 19hs. Era el medio día y como mi cabeza me estallaba, me acosté y me levanté al horario.

Me fui temprano para la Iglesia, para llegar antes y no esperar, me tomé el colectivo y el tren y llegué cinco minutos antes de las 17hs.

Llegué y en el confesionario no había nadie, pero claro, faltaban 5 minutos todavía, esperé y los 5 minutos se hicieron las 17hs y luego las 17:10, las 17:20, las 17:30 y no aparecía nadie, comenzaron otra vez las voces del enemigo, ¡te vas a condenar!, ¡te vas a condenar!, ¡te vas a condenar!. Entonces me dije, listo! Estoy perdida, me voy!

Antes de poder moverme para irme, se apareció un hombre de la nada que me dice: "Te veo nerviosa", le digo, ¡Sí! porque quiero confesarme y no hay nadie! Me voy!!!. Y me dijo, esperá, ya va a aparecer alguien, y me empezó a contar la historia de su vida y así me entretuvo media hora más, como no aparecía el sacerdote, me dice, esperá que lo voy a buscar. Se fue y al rato viene y me dice, ahora viene el sacerdote.

Esperé un rato y ¡al fin apareció!. Estaba muy nerviosa!! Lo primero que se me vino a la mente es: ¡Uh! ahora me va a preguntar cuánto hace que no me confieso y cuando le diga ocho años ¡me va a retar!

Entré al confesionario, me senté y... lo primero que me preguntó es... ¿CUÁNTO HACE QUE NO TE CONFESÁS? Le contesté muy bajito: ¡ocho años!
La cara del sacerdote se iluminó, hizo una sonriza taaann GRANDE que no le entraba en la cara, era tan extraña su sonriza y de tanta felicidad, que yo vi a Dios Padre que me sonreía, era Él, vi el rostro de Dios!!! Mientras me sonreía el sacerdote me decía: ¡Que bueno que volviste a casa, no te vallas nunca más!

Saqué mi hoja con los pecados y comencé a decírselos, pero cada vez que decía uno, no me dejaba terminar, me cortaba y me decía: ¡Que bueno que volviste a casa! Y así toda la confesión, no me dejaba decir nada, sólo se sonreía y me decía: ¡QUE BUENO QUE VOLVISTE A CASA!

Luego de decir los pecados, me absolvió y me fui, cuando salí del confesionario estaba el señor que me había estado hablando, esperándome, se me acercó y me dió un rosario y desapareció. (yo creo que fue un ángel, porque si no era por él, me hubiese ido)

Cuando salí de la Iglesia para ir a mi casa, empecé a tener una sensación de que flotaba, y era ¡tan real!, que sentía verguenza por si alguien me veía caminando raro. ¡Flotaba! Mi cuerpo estaba tan liviano que parecía que caminaba sobre nubes, ¡era real!.
Ahí entendí que me había sacado una mochila muy pesada y me di cuenta que en verdad el pecado ¡tiene peso!
¡Qué felicidad tenía, era inexplicable, me sentía tan feliz y tan liviana y la sensación de flotar era tan linda que ni siquiera quería que la gente se me acercara, porque sentía que me iban a ensuciar, ¡no queria volver al mundo!

En ese momento se me vino un pensamiento: "Hay más felicidad en el cielo por un pecador que se convierte que por mil justos que no lo necesitan". Y tuve la sensación literal de que en el cielo ¡estaban haciendo fiesta por mí! Miraba al cielo y casi que podía verlos festejandon y felices. También pensaba, cuántas oraciones de personas que no conocía me habían alcanzado la gracia para poder llegar al confesionario.

Hay muchas personas anónimas que oran por nosotros y ni lo sabemos, y ahí estuvieron las oraciones y sacrificios de tantas personas para que no me perdiera. Eso es la comunión de los santos. ¡Qué importante es orar por otros! Cuando estemos en el cielo, nos vamos a dar cuenta cómo nuestra oración por otros sirvió para alcanzarlos. Cuánta gloria se da a Dios orando por otros. Cuánta alegría se da al Corazón de Jesús dándole almas.

Llegué a mi casa muy ¡feliz! Nueva, era otra persona, me vinieron las ganas de ir a Misa todos los días y de confesarme mas seguido. Y sí, comencé a ir a Misa todos los días y me confesaba una vez a la semana.

Al otro día cuando me despierto, escucho una frase en la cabeza que decía: "He despertado en el redil no se como" y me dije, bueno. A medida que pasaba el día la la frase se me repetía una y otra vez, yo no le daba importancia y ahí seguía, hasta que dije: ¡bueno Dios! ¡yo no sé lo que es redil! Y la frase desapareció.

Al otro día cuando me despierto se me aparece la frase pero esta vez con melodía, entonces dije: ¡Ah!  esa es una canción y la conozco. Hacía 8 años que tampoco escuchaba música, asi que tuve que buscarla porque ni sabía que decía, sólo me acordaba de la melodia. La encontré y cuando la escuché y llegué a la parte del estribillo fue muy grande mi sorpresa! El estribillo decía: "Y se alegra tanto de que allá vuelto a casa" ¡Wow! eso es lo que me decía el sacerdote, me dije y entendí que era Dios el que me lo estaba diciendo. Que Dios se alegraba por mi vuelta a casa. La sigo escuchando y decía: "Que no piense, que descance, que no pasa nada, y dormido en su regazo lo he sabido, tengo vida tengo dueño y soy querido"

Cuando escucho la canción toda entera, me doy cuenta que describía todo lo que me había pasado, antes y durante la confesión, y me di cuenta que era el hijo pródigo que volvía y Dios me hacía una ¡fiesta!

Una parte de la canción decía: ¡Que no piense que descance, que no pasa nada". A ese "detallito" de ¡QUE NO PIENSE! No le hice caso y ahí es donde viene la otra parte del testimonio.

Nos vemos en la segunda parte.

¡Dios te bendiga!

martes, 4 de julio de 2017

Mandanos tu testimonio

Hola!! Sabemos que una de las formas de darle Gloria a Dios, es contando lo que Él ha hecho en nuestras vidas. Si tenés ganar de Glorificarlo a través de algún testimonio, contando que es lo que ha hecho Dios en tu vida, podés escribirnos por privado a facebook:  Mundo Católico o mandarnos un mail a mundocatolicomc@hotmail.com y publicaremos tu testimonio (podés aclarar si queres que sea anónimo)
DALE! ANIMATE!!

Todo lo puedo en Cristo que me fortalece

Muchos te van a decir que no valés nada, que no servís, que no calificas, que sos inútil, que hay otros mejores!!!

Sin embargo... Hay un plan de Dios que lleva tu nombre y el único que califica para ese plan sos vos!

Porque para Dios, Sí calificás, Si sos importante, Sí vales, Sí lo podés hacer, es más, sos el único, lo que Dios confió en tus manos, solo vos lo podés hacer.

No escuches las voces de los otros, ni la de vos mismo, y menos la del enemigo. Esas voces que te dicen: no podés.

Escuchá la voz de Dios que te dice: SÍ PODÉS, CONFÍO EN VOS Y TE ESPERO!

Dios te necesita! El te da las fuerzas, las capacidades y los talentos.

Y si todavía crees que no podés, acordate: TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE

lunes, 3 de julio de 2017

No tengan miedo

Señor, que nada me asuste ni me desespere, sabiendo y confiando que tu amor me sostiene en toda situación.

Mi vida está en tus manos amorosas de Padre. Tú velas por mí cuando estoy despierto y cuando duermo, me cuidas y proteges siempre.

Hacia la meta

Soy como los caballos que tienen sus orejeras y no miran a los costados, porque siguen el camino indicado.

Yo miro hacia adelante porque ahí está mi Dios y no miro a los costados, no vaya a ser que me distraiga y no llegue a mi fin. Mi fin es Dios, El es mi meta y hacia ahi voy, mis ojos estan enfocados en él, miro hacia adelante, solo hacia adelante, porque ahí está El.

Miro hacia El y camino porque ahí está mi meta, mi fin.

Que nada te distraiga en tu camino hacia Dios!

La Corona es del que gana la carrera.

¿No saben que en una carrera todos los corredores compiten, pero solo uno obtiene el premio? Corran, pues, de tal modo que lo obtengan. (1Corintios 9,24)

domingo, 2 de julio de 2017

Ayudame Señor

Hoy te quiero alabar, Señor, 
y no sé, no sé como empezar, 
no encuentro palabras para Ti, Oh Papá. 
En mis ojos sólo hay tristeza, 
en mis labios, sólo amarguras, 
en mi vida y en todo mi ser: soledad. 

AYÚDAME SEÑOR, 
TÚ QUE ERES LA LUZ DE MI VIDA, 
EL FARO QUE ME GUIA, POR ESTA OSCURIDAD. 
AYÚDAME SEÑOR, TU QUE SANAS LAS HERIDAS DE MI ALMA Y LLENAS MIS VACÍOS COLMÁNDOLOS DE AMOR. 

Te soltaste de mi mano, querido hijo 
y cambiaste, cambiaste de camino, 
buscando otros destinos; 
te volviste a equivocar. 
Cuantas veces me engañaste y a 
Mis palabras cerrabas tus oídos 
y hoy vuelves a Mí arrepentido, 
dispuesto a cambiar.

No soy nada

Todos somos miserables, el tema es reconocerlo y entregarle nuestras miserias a Dios.


dice San Pablo en 1Corintios 1,28-29:  Y lo vil del mundo y lo despreciado ha escogido Dios,  y aún lo que no es, para destruir lo que es; a fin de que delante de Dios no se gloríe ninguna carne.

Es bueno ir ante Dios, ante el Sagrario o al Santísimo y con humildad de corazón decirle, acá estoy Señor, no soy nada, Vos lo sos todo, todo lo que tengo te lo debo a Vos, toma mis miserias, mis debilidades, mis caídas, mis fracasos, mis frustraciones, tomalas Señor y usalas como quieras. Vos te Glorias en mi debilidad, en mi miseria, en mi nada!

En el nombre de Jesucristo

sábado, 1 de julio de 2017

¿Por qué no le creemos a Dios?

No le creemos a Dios por diferentes razones, en lo natural hay heridas, hay mala imágen de Dios que pudo haber sido heredada o transmitida, o simplemente nadie nos habló de Él y no lo conocemos. Hay frustraciones, malas decisiones, maltratos, rechazos, situaciones en donde nos acostumbramos a que lo normal es ser maltratados, entonces, como no conocemos otra cosa, no podemos pensar que Dios es diferente, y no le creemos.

En lo espiritual, viene el enemigo y aprovecha todas esas situaciones y comienza a hablarnos al oído, muy sutil, para que no nos demos cuenta, poniéndonos verdades con mentiras, o verdades retorcidas.

Viene y nos dice: nadie te quiere, sos un don nadie, sos un rechazado, no encajas en ningún lado, nunca vas a conseguir lo que queres, nunca nadie te va a querer. Y llega más lejos aún y te dice: y por qué no te matas? Si aquí no cuentas para nadie?.
Y como estamos acostumbrados al maltrato y estamos llenos de heridas le creemos!!! El enmigo apovecha todas nuestras heridas para hablarnos, para hacernos perder, porque él solo vino a robar, a destruir y a matar.

¿Cómo le podemos creer a Dios con toda esa cantidad de mentiras a cuestas?, porque sí es verdad que te rechazaron y te maltrataron, pero no es verdad que nunca nadie te va a querer o que siempre vas a ser un desdichado como te quiere hacer creer. Acuérdate, el utiliza tus malas vivencias, tus heridas, para engañarte.

Luego viene Dios y te dice: eres mi hijo, eres muy amado, vales mucho a mis ojos, tienes talentos y capacidades que no imaginas, si supieras lo que yo veo en ti! Si supieras los dones y talentos que puse en ti, si supieras lo que te tengo confiado? Eres mi joya mas preciada!

PERO NO LE CREEMOS!!! Y ahí andamos detrás de las mentiras del enemigo y creyendole todo, a él que solo quiere nuestra ruina. Y te mete ideas en la cabeza contra Dios, te dice que Dios es un tirano, que no quiere tu felicidad, que solo quiere destruirte.

Una vez una persona me dijo: "Yo no voy a ir a la Iglesia para ser una frustrada". Esas son las mentiras del enemigo, hacerte creer que si sigues a Dios, tu vida va a ser frustrada, cuando en realidad tu vida solo se cumple en el propósito de Dios. El enemigo es el que te frustra, el te ata, te envuelve, te engaña, te hace caer, te ataca y te mata, y crees que andas por la vida muy feliz, pero en el fondo sabes que no es así, que solo eres un títere del enemigo. Y tu espíritu, que sí conoce a su creador, GIME CLAMAMDO A DIOS!! VUELVE DIOS!! NO ME DEJES!! NO ME ABANDONES!! NO TE VALLAS, POR FAVOR, TE NECESITO DIOS!!

Vamos por la vida engañados, creyendo las mentiras del enemigo y dudando de las verdades de Dios. Y decimos: Dios no quiere que sea feliz, Él no me deja libre, Él tiene muchas reglas, la religión es un invento para dominar mentes pequeñas.

Dios, es un Dios respetuoso, Él te creó, eres su hijo, y sin embargo te deja libre. Él te da dos caminos a seguir: EL DE LA VIDA Y EL DE LA MUERTE! Solo dos caminos!! Y la mayoría, el mundo, elige el camino de la muerte y se vuelve títere del demonio. Dios ve como sus hijos van tras el camino de la muerte, porque Él les dió la libertad de elegir!! Pero como es tu Padre, y sabe que por ese camino vas a tu muerte, va detrás de ti, hablándote todo el tiempo, susurrandote al oído: vuelve hijo, vuelve, tu Padre te espera, tu Padre te perdona. Pero no lo escuchas, el enemigo ya te envolvió en sus mentiras, en sus placeres, en su perdición, y ahí vas, muriéndote por dentro, pensando, ¿por qué no soy feliz?

Ya es hora de dejar las mentiras del enemigo y creerle a Dios, ¡ya!, no hay tiempo, es ahora, sana tu pasado, entrégaselo a Dios, él lo va a sanar y a restaurar, el va a recuperar la identidad de hijo de Dios que el enemigo hizo que dejes a un lado. Eres hijo de Dios!! Vuélvete a él, entrégale todo, tus miserias, tus heridas, tus tristezas, tus frustraciones, tus lágrimas, tu cansancio, tus caídas. Él te va a sanar, Él hará que vuelvas a decir: ¡Soy hijo de Dios! Y así vas a poder creerle a Dios.

Tu padre te espera, vuelve a casa y creele!

El plan de Dios tiene tu nombre

Eres la joya de Dios, su piedra más preciosa, Él te compró con su Sangre, Él entregó su vida por ti.

Eres importante para Dios, tu valor es el precio de su Sangre. Dios cree en ti más que tu mismo, Él ve tus capacidades y talentos, Él ve su obra terminada y es perfecta, Él está esperando que te levantes, está esperando que le creas y que creas en ti.

Dios confía en ti, Él tiene un plan, un propósito que quiere poner en tus manos, pero para eso,  tienes que levantarte y creer que puedes, ¿cómo no vas a creer en ti, cuando Dios sí cree?

Vamos!!  No lo hagas esperar más, levántate, Dios te está esperando, Él necesita tus manos, tus talentos, tus capacidades. En tus manos está la salvación de muchas almas que esperan tu palabra, tu testomonio, tu fe, tu llamado.

VAMOS!!! Dios confía, Dios te espera, Dios te ve, para Él eres grande, capas, eres fiable, eres confiable, porque Él te hizo perfecto y te hizo con un propósito desde toda la eternidad.

Que nadie te haga creer que no vales nada, que no servis para nada, Dios te creó con un plan desde toda la eternidad, para El valés, para el eres bueno. En su Plan, encajas perfecto!

El mundo te va a hacer creer que no encajas, que no sirves, que eres un don nadie, un hijo de nadie, un rechazado un despreciado. Eso que te hace creer el mundo, es la voz de Satanás. No la escuches!!

Escucha la voz de Dios que te dice: Para Mí vales mucho, por ti entregué a mi Hijo, por ti doy mi vida, Yo te necesito, mi propósito tiene tu nombre! Nadie más lo puede hacer!!

Levántate, te estoy esperando. No tardes!!
Atte. Dios.

Mensaje de Jesús


¿Por que te confundes y te agitas ante los problemas de la vida? 
Déjame el cuidado de todas tus cosas y todo te irá mejor. Cuando te abandones en mí todo se resolverá con tranquilidad según mis designios. No te desesperes, no me dirijas una oración agitada, como si quisieras exigirme el cumplimiento de tu deseos. Cierra tus ojos del alma y dime con calma: "Jesús yo en ti confío". 

Evita las preocupaciones y angustias y los pensamientos sobre lo que pueda suceder después. No estropees mis planes, queriéndome imponer tus ideas. Déjame ser Dios y actuar con libertad. Abandónate confiadamente en mí. Reposa en mí y deja en mis manos tu futuro. 

Dime frecuentemente: "Jesús, yo confío en ti". Lo que más daño te hace es tu razonamiento y tus propias ideas y querer resolver las cosas a tu manera. Cuado me dices: Jesús, yo confío en ti, no seas como el paciente que le pide al médico que lo cure, pero le sugiere el modo de hacerlo. Déjate llevar en mis brazos divinos, no tengas miedo, YO TE AMO. Si crees que las cosas empeoran o se complican a pesar de tu oración, sigue confiando. Cierra los ojos del alma y confía. 

Continúa diciéndome a toda hora: "Jesús yo confío en ti". Necesito las manos libres para poder obrar. No me ates con tus preocupaciones inútiles. Las fuerzas de la oscuridad quieren eso: agitarte, angustiarte, quitarte la paz. Confía solo en Mí, abandónate en Mí. Así que no te preocupes, echa en Mí todas tus angustias y duerme tranquilamente.

Dime siempre: Jesús yo confío en Ti y verás grandes milagros. Te lo prometo por Mi AMOR.

https://youtu.be/HYaSUrvDn_0

Palabra de Dios

La Palabra de Dios se cumple todos los días, es Palabra viva, en ella Dios nos revela cosas, nos indica el camino a seguir, nos da instrucciones, nos dice que hacer y que no hacer, cuando moverse y cuando quedarse quieto, nos da consejo, sabiduría, entendimiento.

Que no te engañen. La Biblia no es un libro de historia. Es Palabra viva de Dios.

Cielo y tierra pasarán, más tu Palabra no pasará.

El pecado de impureza.

Vi al Señor Jesús atado a una columna, despojado de sus vestiduras y enseguida empezó la flagelación. Vi cuatro hombres que por turno azotab...