viernes, 1 de junio de 2018

Oración de consagración a la Divina Voluntad

Consagración del alma a la Divina Voluntad





Oh Voluntad Divina y adorable, heme aquí ante la inmensidad de tu luz, para que tu eterna bondad me abra las puertas y me haga entrar en Ella, para formar mi vida toda en ti, Voluntad Divina. 

Así pues, postrada ante tu luz, yo, la más pequeña entre todas las criaturas, entro, oh Adorable Voluntad, en el pequeño grupo de los hijos de tu Fiat Supremo. 

Postrada en mi nada, invoco y suplico a tu luz interminable que me revista y eclipse todo lo que no te pertenece, de modo que ya no mire, ni comprenda, ni viva, sino sólo en ti, Voluntad Divina. 

Tú serás, pues, mi vida, el centro de mi inteligencia, la raptora de mi corazón y de todo mi ser. En mi corazón no quiero que tenga más vida mi querer humano; lo dejaré a un lado para siempre y formaré el nuevo Edén de paz, de felicidad y de amor. 

Contigo seré siempre feliz, y tendré una fuerza única y una santidad que todo santifica y todo conduce a Dios. 

Aquí postrada, invoco la ayuda de la Sacrosanta Trinidad para que me admita a vivir en el claustro de la Divina Voluntad, y así regrese en mí aquel orden primero de la Creación, tal y como fue creada la criatura. 

Madre del Cielo, Soberana Reina del Fiat Divino, tómame de la mano e introdúceme en la Luz del Divino Querer. Tú serás mi guía, mi dulcísima Madre; cuidarás a tu hija y le enseñarás a vivir y a mantenerse en el orden de la Divina Voluntad. Soberana Celestial, a tu Corazón confío todo mi ser. Seré pequeña: la pequeña hija de la Divina Voluntad. Tú me enseñarás la Doctrina de la Divina Voluntad y yo pondré toda mi atención en escucharte. Extenderás tu manto azul sobre mí, para que la serpiente infernal no se atreva a entrar en este sagrado Edén para seducirme y hacerme caer en el laberinto del querer humano. 

Corazón de mi Sumo Bien Jesús, Tú me darás tus llamas para que me incendien, me consuman y me alimenten, para formar en mí la Vida del Supremo Querer. 

San José, tú serás mi protector, el custodio de mi corazón, y tendrás las llaves de mi querer en tus manos. Celosamente custodiarás mi corazón y nunca más me lo darás, para estar así segura de no salirme jamás de la Voluntad de Dios. 

Angel custodio mío, guárdame, defiéndeme, ayúdame en todo, a fin de que mi Edén crezca lleno de flores y sea la llamada a todo el mundo en la Voluntad de Dios.

 Corte del Cielo toda, ven en mi ayuda, y yo te prometo vivir para siempre en la Voluntad Divina. Fiat!!!



Oración a la Santísima Trinidad para la glorificación de la Sierva de Dios Luisa Piccarreta 

Oh Augusta y Santisima Trinidad Padre, Hijo y Espiritu Santo. 
Te Alabamos y te damos gracias por el don de la santidad de tu sierva fiel 


No hay comentarios.:

Publicar un comentario

El pecado de impureza.

Vi al Señor Jesús atado a una columna, despojado de sus vestiduras y enseguida empezó la flagelación. Vi cuatro hombres que por turno azotab...