Un testimonio de abusos y como Dios sana el corazón
Testimonio anónimo.
Jesús te bendiga
En esta tarde quiero compartir con vos lo mucho que Dios nos ama a cada uno de sus hijos.
Desde que tengo memoria fui abusada por mi papa. Cuando cumplí 10 años, el Señor fue iluminándome y me resistía a sus reiterados abusos.
Cuando le confesé a mis hermanos y a mi mamá lo que estaba pasando me hicieron sentir culpable. Allí empezó mi calvario, toda mi adolescencia me sentí sola, humillada
y sucia. En ese tiempo me hacia esta pregunta: "¿Por qué Señor?"
A los 16 años, Jesús me regaló un novio - que actualmente es mi esposo- con él tuve cuatro hijos, pero yo seguía con un profundo dolor en mi corazón, no me sentía digna de
ser amada.""
Asistía a misas y participaba también de las misas de la renovación carismática.
En una de esas misas me invitan a un grupo de la RCC, en donde desde el primer día el Señor fue haciendo su obra.
Luego en una novena, el Señor me muestra que lo que yo tenía en el corazón era odio, y que por esa razón no podía ocupar mi corazón como él quería.
Fui a ver a mi papa acompañada de la oración, y al verlo ya no sentí dolor, ni angustia.
Me pidió perdón, lo perdone. Y también le pedí perdón por haberlo odiado 40 años de mi vida.
A partir de ahí pude amar a mi esposo como debe ser.
Llegamos al sacramento del matrimonio después de 25 años de convivencia.
Ahora, hermanos, puedo orar por los abusadores y por las victimas,, con amor, con paz, con gozo, porque el Señor me mostró que era para dar testimonio de lo que puede hacer
en nuestra vida si abrimos nuestro corazón.
"Toda la gloria para El"