El recurso de la deserción de Santa Teresita
Madre querida, como le he dicho, mi último recurso para no ser vencida en los combates es la deserción. Este recurso lo empleaba ya durante el noviciado, y siempre me dio muy bueno resultados. Quiero, Madre, citarle un ejemplo que la va a hacer sonreír.
Durane una de sus bronquitis, fui una mañana muy despacito a dejar en su celda las llaves de la reja de la comunión, pues era sacristana. En el fondo, no me disgustaba aquella ocasión que tenía de verla a usted, incluso me agradaba mucho, aunque trataba de disimularlo. Una hermana, animada de un santo celo, pero que sin embargo me quería mucho, al verme entrar en su celda, pensó, Madre, que iba a despertarla, y quiso cogerme las llaves, pero yo era demasiado lista para dárselas y ceder de mis derechos. Le dije, lo más educadamente que pude, que yo tenía tanto interés como ella en no despertarla, y que me tocaba a mi entregar las llaves...
Ahora comprendo que habría sido mucho más perfecto ceder ante aquella hermana, joven, es cierto, pero al fin más antigua que yo. Pero entonces no lo comprendí; y por eso, queriendo a toda costa entrar a su pesar detrás detrás de ella, que empujaba la puerta para no dejarme pasar, pronto ocurrió la desgracia que las dos nos temíamos: el ruido que hacíamos le hizo a usted abrir los ojos...
Entonces, Madre, toda la culpa recayó sobre mí. La pobre hermana a la que yo habñia opuesto resistencia se puso a echar un discurso, cuyo fondo sonaba así: Ha sido sor Teresa del Nió Jesús la que ha hecho ruido... ¡Dios mío que hermana tan antipática...!, etc. Yo, que pensaba todo lo contrario, sentía unas ganas enorme de defenderme. Afortunadamente, me vino una idea luminosa: pensé en mi interior que, si empezaba a justificarme, no iba poder conservar la paz en mi alma; sabía también que no tenía la suficiente virtud como para dejarme acusar sin decir nada. Así que mi única tabla de salvación era la huida. Pensado y hecho: me fui sin decir ni mus, dejando que la hermana continuase su discurso, que se parecía a las imprecaciones de Camila contra Roma.
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