domingo, 2 de julio de 2017

No soy nada

Todos somos miserables, el tema es reconocerlo y entregarle nuestras miserias a Dios.


dice San Pablo en 1Corintios 1,28-29:  Y lo vil del mundo y lo despreciado ha escogido Dios,  y aún lo que no es, para destruir lo que es; a fin de que delante de Dios no se gloríe ninguna carne.

Es bueno ir ante Dios, ante el Sagrario o al Santísimo y con humildad de corazón decirle, acá estoy Señor, no soy nada, Vos lo sos todo, todo lo que tengo te lo debo a Vos, toma mis miserias, mis debilidades, mis caídas, mis fracasos, mis frustraciones, tomalas Señor y usalas como quieras. Vos te Glorias en mi debilidad, en mi miseria, en mi nada!

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

El pecado de impureza.

Vi al Señor Jesús atado a una columna, despojado de sus vestiduras y enseguida empezó la flagelación. Vi cuatro hombres que por turno azotab...