viernes, 30 de junio de 2017

Eres hij@ de Dios

Silencia la voces del enemigo,
él sólo quiere destruirte. Silencia las voces de él y escucha las palabra de Dios.

Tu identidad es ser hijo de Dios y por lo tanto, heredero de sus promesas

Cuando el enemigo venga a hablarte con sus mentiras, hablá más fuerte, no lo dejes seguir, no lo escuches, el solo quiere distraerte, amargarte, desalentarte, hacer que dudes de Dios, hacerte desistir y sacarte del propósito de Dios.

Por eso recuerda, sos un hijo de Dios, un hijo legítimo de Dios, Él te compró con su Sangre, un hijo amado de Dios, Él pelea por ti como León rugiente, nunca te deja solo, jamás te abandona, porque Él es fiel.

Por eso, nunca creas las mentiras del enemigo, él ya está derrotado, vencido por la Sangre de Cristo.
Pero si puede hacer que lo escuches en una sola palabra, ya estaría ganando, aunque éste vencido, porque estaría haciendo que creas en él y dudes de Dios.

Dios es un Padre bueno, que siempre está buscándote, que aunque te hayas ido y hayas pecado, Él te sigue esperando para recibirte y perdonarte, porque el perdón y la misericordia de Dios, es para mí y es para vos!!.

Cómo es que vas a dudar de Dios y creerle al enemigo?. Dios es tu Padre y te ama, el enemigo te odia y quiere destruirte!!

Grábatelo en la mente y en el corazón:

Sos un hijo de Dios!

En tus tormentas

En medio de la tormenta es donde se prueba tu fe.
Ahí es donde Dios espera que le creas.
No mires la tormenta, no mires la realidad.
Aunque todo te diga No! Dios te dice Sí! Aunque todo te diga, no se puede, Dios te dice: Ya está hecho!

Este es el momento para creerle a Dios, en medio de la tormenta, y así tu fe quedará mas purificada que el oro.

Dios quiere que le creas!!
Cuando Él esté pasando tu fe por el fuego, acordate: Dios quiere que le creas!

Sigue adelante, no te rindas. Él pelea por ti!

Que quiero mi Jesús

¿Qué quiero mi Jesús?
Quiero quererte,
quiero cuanto hay en mí del todo darte,
sin tener más placer que el agradarte,
sin tener más temor que el ofenderte.

Quiero olvidarlo todo y conocerte,
quiero dejarlo todo por buscarte,
quiero perderlo todo por hallarte,
quiero ignorarlo todo por saberte.

Quiero, amable Jesús, abismarme
en ese dulce hueco de tu herida,
y en sus divinas llamas abrasarme.

Quiero por fín, en Ti transfigurarme,
morir a mí, para vivir Tu vida,
perderme en Ti, Jesús, y no encontrarme.

Las heridas de hoy son los testimonios de mañana

1 Samuel 22,1-2 
También todos los oprimidos, y todos los endeudados y todos los amargados de espíritu se allegaron a él, de modo que vino a ser su caudillo.

Te sentís un despreciado, un rechazado? Un desechado del mundo? Dios tiene un plan para eso!!

¿Quién podrá comprender y consolar a un despreciado sino es otro despreciado?
Él sabe lo que se siente, porque él estuvo ahí. Dios quiere que consueles a los afligidos, a los oprimidos, que les lleves esperanza, que les lleves el Evangelio.

Todas las cosas que pasate en la vida: desprecios, rechazos, tristezas, amarguras, pobreza, incomprensión, soledad, son los testimonios que Dios va a usar para que otros que ahora estan en ese mismo lugar, se levanten! Quién los va a comprender mejor? Quién puede tener autoridad para hablarles? Quién? Aquél que estuvo ahí y Dios lo rescató y lo levantó.

Para este plan te tenía Dios, para que anuncies el Evangelio a los oprimidos, a los despreciados, a los desechados del mundo.

Cuando los demás te rechazaban, te ignoraban y te desechaban... Dios tenía su mirada puesta en ti.

Dios te eligió desde toda la eternidad, Dios puso su mirada en ti, por eso tanta guerra, tantos desprecios y rechazos, porque el enemigo lo sabía, él sabía que ibas a ser un fastidio, un problema, una amenaza, por eso siempre quiso sacarte del camino. Pero Dios te protegía. El propósito de Dios, guardaba tu vida.

Eres importante para Dios y un problema para el enemigo. No te dejes vencer, Dios pelea por ti, eres de su propiedad, Él levanta bandera por ti, la victoria es tuya!

Levántate y salva almas para Dios. 
Él te necesita.

Todo lo que pasaste, no fue en vano, cada lágrima que derramaste, no cayeron al suelo, están en las manos de Dios esperando el momento para ser usadas. Todo lo que pasaste, es lo que Dios va a usar para que hables a otros. Lo que ayer pasaste, mañana lo vas a agradecer. Los sufrimientos del pasado y los de hoy serán tus testimonios que ayudarán a muchos a levantarse y a conocer a Dios y van a saber que Dios es real y está vivo.

Tu destino esta escrito en los cielo, solo espera a cumplirse, Dios llama a las cosas que no son como si fuesen. Cuando Dios da una palabra a tu vida, en lo que a Él respecta, ya está hecho!

Pelea, no dejes que tus sufrimientos sean en vano, deja que Dios los uses para salvar a otros, todo tiene un fin perfecto, todo concurre para el bien de los que Dios ama.

Hay un plan, un propósito. Lo que Dios hará en ti, será grande. Nueva criatura serás.

Dios te eligió desde toda la eternidad.

Ánimo, lo que ayer sufriste, será lo que mañana ayudará a otros!

Leványate y arrebatale almas al enemigo!



El pecado de impureza.

Vi al Señor Jesús atado a una columna, despojado de sus vestiduras y enseguida empezó la flagelación. Vi cuatro hombres que por turno azotab...