domingo, 9 de julio de 2017

Cuando vayas al Santísimo

En este tiempo tuve la oportunida de ir a visitar al Santísimo todos los días durante tres meses.
En este tiempo he visto cosas que me sorprendieron. 

Antes solamente iba un ratito al Sagrario y listo, pero en esta oportunidad que estuve yendo todos los días a ver a Jesús expuesto, pude, además de ir a encontrarme con Él, observar el comportamiento de la gente y que sorpresa me lleve!!!

Desde la llegada de la gente hasta que se retiran eh observado varias cosas que estaría bueno tener en cuenta cuando tengas tu visita al Santísimo o al Sagrario.

Primero: Tenemos que saber bien ante quién estamos, estamos ante el Rey de reyes y Señor de señores, por eso, cuando entremos, hagamosolo con respero y reverencia. Si hay tanto protocolo para ver a un presidente, imagínate lo que es ir ante el Rey de reyes. Entra al Santísimo con respeto y reverencia, estas yendo ante el Creador, ante el Rey, ante Jesús.

Entra despacio, ya que hay personas que estan en su oración y merecen tu respeto, respetemos el silencio.
Al entrar haciendo ruido, podemos sacar a la persona de su oración, de su silencio, de su encuentro con Dios.
Cuando ya hayas entrado y te hayas sentado o arrodillado, tómate unos minutos para saber ante quién estás y saber que ahí está Jesús que te escucha y te ve. Quédate un tiempo pensando que ahí está Jesús, Él te está mirando, Él estuvo esperando tu llegada, Él estaba mirandote mientras ibas en viaje y estaba ansioso por tu llegada, Él está listo para escucharte.

¡Jesús te escucha! Háblale en silencio, el escucha sin palabras, no le hables a Jesús en voz baja, háblale en silencio, mira que hay muchas personas que estan hablando con Jesús y si todos vamos a hablar en voz baja, sería un barullo. Además, también de hablar con Jesús, queremos escucharlo, porque el además de escuchar también habla, y necesitamos silencio para poder escucharlo, por eso no hables en voz baja, hablale en silencio!

Hay muchas personas que murmuran las avemarias, otras suspiran, otras cantan, otras hablan y hablan y no paran de hablar y se convierte en algo molesto para los que necesitan orar. El sagrario es para estar en Silencio, hablar en silencio pero también ESCUCHAR

Cuando vayan al Santisimo también tómate unos minutos para escuchar, Dios siempre nos quiere decir algo, hablale (en silencio) luego quédate escuchando, algo va a pasar, quizá se te va a venir un pensamiento, o de repente suena en tu cabeza una canción, puedes llegar a escuchar una voz, o también, simplemente quedarte reposando con paz. Y te vas a dar cuenta que estas diferente de como entraste.

Cuéntale tus cosas, Él tiene más ganas de hablar con nosotros que nosotros con Él, decía el padre Pío. Cuéntale tus tristezas, tus problemas, tus sueños, alábalo, adóralo, cántale! Recuerda que Él está feliz de que estés ahí, es el momento en que Dios está con su criatura, ahí está Él, mirándonos feliz. 

Si te cuesta concentrarte, si te cuesta hablarle piensa que Él fue el que te atrajo, Él te llevó hasta ahí, no fuiste por tu cuenta, Él te llevó porque quería verte! ¡Él nos ama! Él desea vernos por eso nos lleva!

Ve a visitar a Jesús en el Santísimo, te está esperando, quiere verte y decirte lo mucho que te ama.

Y recuerda, hazlo en silencio.

Dios te bendiga.

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