Quizá por ahí escuchaste muchas veces que para seguir a Cristo y sobre todo para servirle, hay que pagar un precio. He escuchado a varios predicadores decir: "¡Todos quieren estar de este lado!" "¡Todos quieren las luces, el glamour y la plataforma!" ¡"Pero para eso hay que pagar un precio"!
Sí, es verdad que hay que pagar un precio, no el precio del glamour y de la plataforma, el precio de servir a Cristo. Pero no escuché decir, que ese precio no es ¡tan alto! Que cualquier precio no es alto cuando se trata de seguir y servir a Jesús.
Pues, te lo digo yo, Sí, se paga un precio, pero nada es tan alto, nada hay alto cuando queres ¡seguir a Jesús! Todo precio queda por debajo cuando se trata de ¡seguir y servir al Maestro! ¡Qué otra cosa hay más importante en la vida que seguir a Cristo!. Cuando pensas de ese modo, cuando queres que tu vida sea solo Cristo, cuando queres hacer su voluntad y estar en el cumplimiento de su propósito, ningún precio te parece alto, y te entregas a las manos del Maestro para que haga de vos lo que Él quiera.
Y ahí empieza el precio. ¿Y cuál es ese precio? La incomprensión, el rechazo, las burlas, el ser dejado a un lado, el desprecio... Y, LA PURIFICACIÓN.
Cuando te decidis a servir a Cristo, Él te tiene que purificar y para eso debe pasarte por el fuego, por el desierto, por las pruebas, por las tribulaciones. Empieza el entrenamiento del Señor, que es duro, pero vale la pena!
Quizá te toque pasar por grandes humillaciones, ya que Dios necesita personas humildes y la humildad se logra en la humillación, quizá te toque dejar todo y abandonarte en las manos del Señor y llegar al punto en el que Él sea tu única confianza. Quizá tengas que pasar tribulaciones, una tras otra, y te parece que no se terminan, Dios está probando tu resistencia. Él necesita guerreros de primera fila. Quizá te haga pasar un tiempo sin trabajo y vos ves como empezas a llenarte de deudas y ves como se te va acabando el sustento, ¡no te preocupes! en esas pruebas, Él siempre manda su providencia.
No se que prueba, que precio te tocará pasar, sea cual sea, aguanta, resiste, puede ser que un día te enojes, que otro día no entiendas, que pienses que estas sólo, que Dios escondió su rostro, hasta podés llegar a pensar que es un castigo, que Dios está enojado! Solo ten fe! Y acuérdate que estas pagando el precio y que Dios siempre va a estar a tu lado, Él es fiel, nunca te abandonará ni te dejará.
Y resiste! Aguanta! Dios te está formando y preparando para usarte, para ir a rescatar almas! Déjate entrenar por Dios, es duro, sí, pero vale la pena. Tenemos que ser guerreros de Cristo!
Cuando estés pasando por la prueba, recuerda esta cita:
"Salten de júbilo aunque de momento tengan que sufrir un poco en diversas pruebas.
Así la pureza de su fe resultará más preciosa que el oro (que aún después de acrisolado por el fuego, perece)
Y sera para su alabanza, gloria y honor en el día de la manifestación de Jesucristo"
Así la pureza de su fe resultará más preciosa que el oro (que aún después de acrisolado por el fuego, perece)
Y sera para su alabanza, gloria y honor en el día de la manifestación de Jesucristo"
"Y se regocijarán con un gozo inefable y radiante al recibir el fruto de su fe y la salud de sus almas"
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