Pelea la buena batalla

Pelea la buena batalla.

Cuando el enemigo venga a tentarte, a hablarte a tu mente, dale batalla con la Palabra que es espada poderosa de doble filo. No hay arma en el mundo más poderosa que la Palabra del Eterno.

Si el enemigo viene y te dice, "estas solo, Dios no te quiere". Vos le respondés:

El Señor me dijo:

"Estaré contigo como lo estuve con Moisés. No te dejaré ni te abandonaré"

"Aunque tu madre y tu padre te abandonaran, Yo nunca te abandonaré"

Si también te dice: "Eso que esperas no se va a dar, Dios quiere tu ruina". Vos le respondés:

El Señor me dijo:

"Yo se los planes que tengo para ustedes, planes de bien y no de mal, para que tengan un futuro lleno de esperanza".

"Sé en quien he puesto mi fe, y sé que tiene el poder para guardar hasta el último día lo que le he confiado".

Si te dice: "Eso que Dios te prometió no lo va a cumplir". Decile:

Dios es fiel, siempre cumple sus promesas. El no es hombre para mentir ni hijo de hombre para arrepentirse.

Usá la Palabra de Dios, usá los versículos que Dios te fue dando, las promesas, las canciones, las revelaciones, quizá alguna vez te habló en sueños. Todo lo que Dios te dijo es Palabra que se cumple. Usala contra el enemigo. Al enemigo hay que darle guerra y darle vuelta las cosas. El es un mentiroso, cuando te diga palabras contrarias a las que Dios te dió, entonces dalas vuelta. Si te dice, Dios no te va a usar, no sos bueno para nada, entonces, como sabemos que es un mentiroso, dalo vuelta, entonces sabrá que sí Dios te va a usar y sí que sos bueno para muchas cosas. El enemigo siempre quiere desanimar. El vino a robar y a destruir. Es el padre de la mentira. Hay que darle batalla.

¡Levántate y pelea! Este es el tiempo de los valientes. Hay que ir a conquistar lo que Dios nos prometió.

¡PELEA LA BUENA BATALLA!