Testimonio de una confesión. Parte 2
Luego de haber hecho una muy buena confesión con un sacerdote muy bueno, una confesión después de 8 años, salí muy contenta de la Iglesia y fue tan grande la gracia, que cuando caminaba mi cuerpo parecía que flotaba, claro! se me habían borrado todos los pecados. Estaba muy feliz, iba caminando y era tan real la sensación de que flotaba, que me daba vergüenza que la gente se diera cuenta que caminaba mal.
Pero... poco duró la felicidad, porque el enemigo enseguida comenzó e ponerme malos pensamientos en la cabeza, me hizo ver que el sacerdote no tenía puesta la estola cuando me confesó y me decía que entonces la confesión no era válida! y yo pensaba, después de tantos años ... y al final para nada!!
Llegué a mi casa, y en la mente seguían esos pensamientos, cada vez eran más fuertes y cada vez me hacían dudar más. Entré a un foro católico en internet y ahí busqué a tres sacerdotes para preguntarles si la confesión era valida aunque el sacerdote no tuviera la estola. Busqué a tres para ver si los tres me contestaban lo mismo jaja.
Yo sabía que iban a tardar por lo menos tres días en contestarme, y, no podía esperar tanto tiempo, el enemigo me atormentó tanto que ya estaba entrando en la desesperación.
Llegó la noche y seguía atormentándome, entonces le dije al Señor:
Señor, no puedo esperar tres días a que me contesten, mandame una señal, decime algo, háblame Señor, que tu siervo escucha. Y me dormí.
De repente tengo un sueño, me veo a mí, sentada en una sala toda blanca, era angosta, estaba sentada en el suelo y frente de mí estaba un chico también sentado en el suelo, a mi derecha había una puerta, la puerta se abre y entra un señor, vestido con pantalón de vestir, zapatos y camisa clara. El señor se sienta en el suelo al lado mio, yo me acerco al oído y le empiezo a contar mis cosas, termino de decirle todo, se para y se va hacia la puerta, yo me quedo mirando para adelante mio, donde estaba el chico, de repente me doy vuelta hacia la puerta, el señor estaba ya en la puerta abriéndola, lo empiezo a mirar desde abajo y me doy cuenta que no tenía los zapatos, estaba descalzo! Sigo mirando hacia arriba y ya no tenía el pantalón, comienzo a ver una túnica blanca bien brillante! sigo subiendo la vista, sigue la túnica blanca, llego hasta la cara, está de perfil, lo miro, se da vuelta, me mira y .... VEO QUE ES JESÚS! me mira y me sonríe y en su sonoriza me dice, sin hablar:
"Cuando te vas a confesar con el sacerdote, soy Yo el que te confiesa", y se va...
Me quedo mirando la puerta, y de repente, el chico que estaba sentado frente de mi, me dice: ¡¿Viste quién era?!!! Tenía las marcas en los pies!! (Las llagas).
Cuando me desperté, lo primero que recordé fue el sueño y dije: ME CONTESTÓ y me dio mucha risa el ver que en el sueño puso a una persona que me confirmara que era él, (el chico que dijo, tenía las marcas en los pies) Dios sabe que me cuesta creer, por eso hasta en los sueños me pone a alguien que me diga, sí sí, es Él!! Que grande es Dios, está en todos los detalles!
Luego de tres días me contestaron los tres sacerdotes y los tres me dijeron lo mismo: La confesión es válida, si uno piensa que por no tener la estola la confesión no es válida, es que uno le está dando a la estola un sentido de superstición.
Y así tuve mis dos respuestas, la primera del Señor, la segunda de los sacerdotes.
EN EL SACRAMENTO DE LA CONFESIÓN, ES JESÚS EL QUE TE CONFIESA.
MMCHM.
F: @mundocatolicoMC
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