jueves, 1 de marzo de 2018

ABORTO. NO AL ABORTO, SÍ A LA VIDA

El aborto es una cadena que pesa tanto, que arrastra y pisotea, es un dolor que nunca se acaba, es el vacío de haber sido un asesino.

Cada vez que la sangre de un bebé se derramaba era como un holocausto a Satanás, es un holocausto, al Señor le duele y se estremece cada vez que se mata un bebé.

Cuando se aborta esa alma grita y gime de dolor así no tenga ojos ni carne, se escucha ese grito cuando lo están asesinando y el cielo se estremece y en el infierno se escucha otro igual pero de júbilo, de inmediato del infierno se abren unos sellos y salen unas larvas para seguir asediando a la humanidad, y seguir haciéndola esclava de la carne y de todas esas cosas que se ven y se verán cada día peor.
Gloria Polo.

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Hoy deseaba ardientemente hacer la Hora Santa delante del Santísimo Sacramento, sin embargo la voluntad de Dios fue otra: a las ocho experimenté unos dolores tan violentos que tuve que acostarme en seguida; he estado contorsionándome por estos dolores durante tres horas, es decir hasta las once de la noche.

Ninguna medicina me alivió, lo que tomaba lo vomitaba; hubo momentos en que los dolores me dejaban sin conocimiento. Jesús me hizo saber que de esta manera he tomado parte en su agonía en el Huerto y que Él Mismo había permitido estos sufrimientos en reparación a Dios por las almas asesinadas en el seno de las malas madres.

Estos dolores me han sucedido ya tres veces, empiezan siempre a las ocho; [duran] hasta las once de la noche. Ninguna medicina logra atenuar estos sufrimientos. Cuando se acercan las once desaparecen solos y entonces me duermo; al día siguiente me siento muy débil. La primera vez eso me ocurrió en el sanatorio. Los médicos no lograron diagnosticarlo; ni la inyección, ni ninguna otra medicina me pudieron aliviar y yo misma no entendía qué clase de sufrimientos eran.

Le dije al medico que jamás en mi vida había tenido semejantes dolores; el declaró que no sabia que dolores eran. Ahora si, entiendo de qué dolores se trata, porque el Señor me lo hizo saber…. Sin embargo, al pensar que quizá un día vuelva a sufrir así, me da escalofríos; pero no sé si en el futuro sufriré otra vez de modo similar, lo dejo a Dios; lo que a Dios le agrade enviarme, lo recibiré todo con sumisión y amor. Ojalá pueda con estos sufrimientos salvar del homicidio al menos un alma.


Palabras de Santa Faustina Kowalska extraídas de su Diario. #1248 - 16 IX [1937]

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El aborto en los mensajes de María del Rosario de San Nicolás.

7-3-87 1119
Rezo por todos los seres del mundo. En el cuarto misterio del Santo Rosario la veo, está sola. El último Gloria lo reza conmigo.
Está muy triste, tiene las manos juntas y cuando reza el Gloria inclina como siempre su cabeza.
Después que termino de rezar me habla. Me dice: Gladys, ora también por las criaturas que no nacen, que no alcanzan a ver la luz del día.
¡Son tantos los abortos, son tantos los atentados a las vidas que sólo a Dios pertenecen!
Dios tiene la vida y Dios llama a la vida, sólo Dios.
Bendito sea el Señor.

13-9-88 1512
Gladys, ora por todos aquellos que, teniendo espíritu de soberbia, no ven que solamente con humildad, podrán dejar de ser rebeldes a Dios.
Ora por los que aún, no han comenzado a caminar hacia Cristo.
Hay actualmente, graves ofensas a Dios; los asesinatos, los abortos y toda clase de violencia, son formas de acometer contra el Señor.
Repudio la injusticia, la inmoralidad, la violencia, la falta de paz.
Soy Madre y pido a mis hijos: Arrepentimiento, caridad, confianza.
Bendito sea el Salvador.
Predica a todos tus hermanos.

15-9-89 (Nuestra Señora de los Dolores) 1707
Hija mía, en estos días, son Mis Dolores: El rechazo hacia Mi Hijo, el ateísmo, la falta de caridad, los niños que no nacen, la incomprensión en las familias, el gran egoísmo de muchos hijos en el mundo, los corazones aún cerrados al Amor de esta Madre.
Hijos: Consolad Mi Dolor de Madre.
Bendito y Alabado sea el Altísimo.
Predica a todos tus hermanos.

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El aborto en los mensajes de la Virgen al Padre Gobbi.

“En un mundo, donde impera el egoísmo y la soberbia, las víctimas más numerosas son los inocentes.

Hoy se matan a millones en el seno de las madres, a través del delito del aborto, legalizado ya en todas partes. ¿Por qué tanta crueldad? ¿Por qué se ha difundido hoy en el mundo tan inhumana impiedad?

La sangre de estos inocentes clama todos los días venganza en la presencia de Dios y abre en mi Corazón materno heridas de profundo dolor.”

8 de septiembre de 1983
“Estoy recogiendo, de todas partes del mundo, a mis hijos más pequeños, para incorporarlos a mi ejército, y para depositarlos en lo profundo de mi Corazón Inmaculado.

Hijos predilectos, escuchad su voz, que invoca vuestro auxilio, corred a su encuentro, tomadlos en vuestros brazos y llevadlos a todos a vuestra Madre Celeste.

Pequeños son para Mí, todos los niños ya concebidos y que son matados voluntariamente en el seno de sus madres.
El amor y el ansia de vuestra Madre Celeste y de la Iglesia por su salvación, unidos a la sangre inocente derramada por los que desprecian y desobedecen la ley de Dios, es ya bautismo de deseo y de sangre que los salva a todos.”

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Revelaciones de Jesús a Mons. Ottavio Michelini:

Tú me has entendido, hijo: quiero hablarte del aborto, abominable parto de mentes congeladas por Satanás en el odio contra Dios y contra el hombre.

A los propugnadores de esta ley, cuya crueldad no es inferior a aquella de Herodes, no les importa la inhumana matanza de millones de criaturas inocentes e indefensas, no les importa romper la armonía de la Creación. Una cosa les importa: dar desahogo al odio inextinguible contra Dios y contra los depositarios de la ley de Dios.

Es impresionante que los inventores de esta conjura, hecha contra Dios (porque éste es el móvil principal de quienes luchan por la legalización del aborto), hayan encontrado tantos aliados. Se han convertido en una multitud separada de Dios y encaminada por la vía del crimen.

En medio de estos, tú ves no sin espanto a algunos de mis sacerdotes, incluso algún pastor que, disimulado, se hace pequeño para no ser descubierto. En vano, porque un día, aquel día grande de amargo llanto, Yo los acusaré frente a toda la humanidad por haberse prestado a la realización de un inicuo plan del Infierno.

Culpa gravísima
El aborto procurado es culpa gravísima, cuyo origen es de Satanás, porque es transgresión de la ley de mi Padre, que es ley de amor tendiente a conservar, defender y proteger el don impagable de la vida.

¿Qué hombre tiene el derecho de suprimir la vida de otro hombre?

¿Qué Estado puede arrogarse el derecho de romper el equilibrio de la naturaleza humana?

¿Qué Estado puede exaltar el derecho de abrogar una Ley divina? El pretender hacerlo es un crimen de tal gravedad que Dios no puede dejar impune.

El aborto es abominación y perversión fruto de una sociedad corrompida y anticristiana.

¡Ay de aquellos sobre cuya conciencia pesará tan tremenda responsabilidad!
No solo Yo seré inexorable Juez, sino que serán los seres humanos, víctimas del aborto los que se dirigirán directamente a mi Padre, Dador de la vida para pedir justicia sobre sus verdugos materiales y morales.

Hijo, la legalización del aborto es un producto de la barbarie materialista; pero cuántos otros hay: la violencia, los crímenes, la droga, la pornografía, la corrupción organizada, secretamente querida y financiada, aunque públicamente deplorada.

Si te hiciera ver el verdadero rostro de esta sociedad incrédula, te repito que de ello te morirías.

Esta humanidad ha rechazado la salvación ofrecida por mi misericordia; la salvaré con mi justicia.

Hijo, reza, reza; ¡no te canses!
Hoy no ves sino lo que ha podido la perversidad del Maligno; mañana verás cuánto ha podido la oración y el sufrimiento de los buenos.
Te bendigo, hijo mío; ámame.

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