Cuando sabes que Dios está contigo, no importa quién está contra ti. Con Dios somos invencibles, más que vencedores.
La batalla no es nuestra, es de Dios, Él pelea por nosotros como león.
Vi al Señor Jesús atado a una columna, despojado de sus vestiduras y enseguida empezó la flagelación. Vi cuatro hombres que por turno azotab...
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