domingo, 30 de julio de 2017
Con Cristo somo invencibles
Miramos por fe, no por vista
sábado, 29 de julio de 2017
A veces se pierde lo bueno buscando lo mejor
lunes, 24 de julio de 2017
Jesús el amigo
Jesús, el único amigo, el que nunca falla, el amigo fiel, el que da la vida por sus amigos.
Ya no los llamo servidores sino que los llamo amigos!
"Amigo hay uno sólo y soy Yo"
No te pierdas de tener este gran amigo, el que nunca te va a dejar caer, nunca te va a dejar solo, siempre te va a ser fiel, va a estar contigo socorriendote en las malas y alegrándose contigo en las buenas!
No hay como Él, en ningún lado vas a encontrar un amigo como él. Él es el tesosro mas grande que uno pueda encontrar.
El es Jesús, nuestro fiel amigo!
sábado, 22 de julio de 2017
Tengo un propósito
viernes, 21 de julio de 2017
sábado, 15 de julio de 2017
La fábrica de la amargura
Estoy pasando por una cruz, Dios quiere que esté triste. Estoy en una tribulación, Dios quiere que esté triste. No tengo trabajo, Dios quiere que esté triste. ¡NO! Dios no quiere que estés triste, Dios quiere que vivas alegre, feliz, aunque te vaya mal! Porque Él creó al hombre para que sea feliz, pero viene la fábrica de la amargura y te dice: ¡No se puede!.
Pero, ¡SÍ SE PUEDE!
Así la pureza de vuestra fe resultará más preciosa que el oro (que aunque después de acrisolado por el fuego, perece).
Y será para vuestra alabanza y gloria y honor en el día de la manifestación de Jesucristo".
(1Ped 1,6-9)
(2Reyes 17, 19-20)
(2Reyes 17,25)
(1Tesalonicenses 5,16-18)
(Santiago 1,2-3)
miércoles, 12 de julio de 2017
¿Por qué hay oraciones no contestadas?
(Rom 8,26)
(Jeremías 29,11)
Puede la persona estar pagando las penas que debería pagar en el Purgatorio. Nosotros no sabemos, por eso nos enojamos. Pero tenemos que saber que Dios es el Dios que lo ve todo y tiene todo bajo control. Él ve el principio y el fin.
¡Claro que sí!
lunes, 10 de julio de 2017
Tan sólo toca su manto
domingo, 9 de julio de 2017
Cuando vayas al Santísimo
Antes solamente iba un ratito al Sagrario y listo, pero en esta oportunidad que estuve yendo todos los días a ver a Jesús expuesto, pude, además de ir a encontrarme con Él, observar el comportamiento de la gente y que sorpresa me lleve!!!
Al entrar haciendo ruido, podemos sacar a la persona de su oración, de su silencio, de su encuentro con Dios.
sábado, 8 de julio de 2017
Paciencia en medio de las pruebas.
Una vez que aceptamos al decirle que sí, el "control" pasa de nuestras manos a las suyas. Es como si nos dijera: "Siéntate en el asiento de atrás que yo conduzco ahora". Al principio, nos sentimos felices de haber podido dar este paso y no es para menos ya que podemos descansar y confiar en que El se está ocupando de nuestro asunto.
Pero con el correr de los días nuestro primer entusiasmo, confianza y alegría se empiezan a apagar. Ahora el Señor hace silencio. Ya no vemos señales que nos indiquen si vamos bien y muchas veces ni siquiera sabemos por dónde vamos. Pero El está ahí, al volante, tranquilo y sereno, conduciendo... El sí ve claro, El sabe en qué lugar nos encontramos y cómo llevarnos seguros a destino. Para nosotros llegó el momento de la confianza. Estar en medio de una situación en la que ya no tenemos el control es duro, pero si ya se lo hemos pasado a El, nuesta actitud correcta es la confianza.
El tiempo sigue corriendo y a esta confianza ciega en Aquel que "todo lo que quiere lo hace, en el cielo y en la tierra", le sigue otra virtud: la paciencia. Saber esperar en sus tiempos, creyendo que su plan es perfecto, que nada se le escapa, que bien conoce nuestra situación y sufrimientos derivados de ella.
No querer imponer nuestros criterios, ideas o sugerencias, sino más bien "darles muerte" es algo que también se nos pide. O es El quién está al volante, en el control, o somos nosotros, porque si nos ponemos a tironearle para un lado o para el otro, no sólo vamos a dificultar lo que quiere hacer en nuestras vidas sino que además lo podemos retrasar.
"La paciencia todo lo alcanza" nos repite hasta hoy santa Teresa y todo, es todo.
No se cuáles puedan ser las pruebas por las que hoy estés pasando, pero recordá: Dios es fiel, El no te va a abandonar nunca. Si le confiás el curso, la dirección y el control, El lo va a asumir y todo lo que pase tendrá un propósito que recién al final del proceso podrás ver con claridad.
Tu fe habrá crecido entonces a niveles que no imaginabas; tu confianza se volverá más sólida, pero por sobre todas las cosas, tu vínculo con El se hará más fuerte, más profundo y podrás decir como Job después de sus pruebas: "Sólo de oídas te conocía; más ahora te ven mis ojos" (Job 42,5).
El santo rey David, no antes, sino después de haber sido librado de las manos de Saúl que buscaba matarlo pudo escribir: "Te amo, Yahvé, fortaleza mía, mi peña, mi baluarte, mi libertador. Dios mio, mi roca, mi refugio... asilo mio". (Salmo 17, 2-3).
Es hora de volver a Dios
Todo te dice: ¡Vuélvete a Dios!.
Donde serás inmensamente feliz.
Dios te sueña, vuelve a tu Padre.
Nadie te va a amar como Él.
Con sus brazos extendidos te espera,
nadie te abrazará como Él.
Nadie te amará como Él.
En Él está la completa felicidad.
Nadie más te conoce como Él.
Nadie más te espera como Él.
Nadie más te extraña como Él.
¡Ya es hora!
¡Es hora de volver a Dios!
viernes, 7 de julio de 2017
El vacío de Dios
jueves, 6 de julio de 2017
Hay que pagar el precio
Así la pureza de su fe resultará más preciosa que el oro (que aún después de acrisolado por el fuego, perece)
Y sera para su alabanza, gloria y honor en el día de la manifestación de Jesucristo"
El León de la tribu de Judá ha vencido
miércoles, 5 de julio de 2017
Testimonio de una confesión
La primer parte, es el testimonio de la confesión, antes durante y después.
La segunda parte del testimonio es la confirmación de la confesión a través de un sueño.
TESTIMONIO, PRIMER PARTE:
Estuve ocho años sin confesarme, en todo ese tiempo nunca dejé de ir a Misa, no tomaba la comunión, por lo tanto también estuve ocho años sin tomar la comunión. Ya a los últimos años comencé a sentir que caminaba sobre un hilo muy delgado y que si se rompía me caía al abismo, me perdía, me condenaba para siempre, yo sentía que me estaba perdiendo! Sabía que si ese día me moría, no me salvaba.
Un día de repente, me empecé a sentir muy mal, era un jueves a la noche, esas cosas que nunca más te olvidás, me fui a mi pieza y me senté en el suelo, sentía que me hundía en un pozo, era muy real, era tan real que le gritaba a Dios que me ayudara, pero cuanto más le pedía que me ayudara más sentía que me hundía, era un pozo muy hondo y cada vez me iba más abajo, llegué a pensar que no iba a poder salir nunca más de ahí, era ¡desesperante!. Le seguía gritando a Dios, ¡Ayudame Dios, por favor! ¡Ayudame, quiero ser feliz!.
Muchas veces le grité y le imploré, ¡ayudame, quiero ser feliz! De repente, escucho una voz que me dice: "¿Querés ser feliz? Andá y confesate" Enseguida me paré como si nada, me levanté y me fui a buscar un examen de conciencia, lo hice y anoté mis pecados en una hoja, como eran tantos, me los podía olvidar.
Al otro día me levanté muy contenta. ¡Me iba a confesar!, era un viernes a la mañana. Me fui al lugar más seguro, a la catedral, ya que ahí confesaban todos lo días por la mañana, me tomé el colectivo y fui. Al llegar, no estaba el sacerdote, voy a preguntar a la secretaría y me dicen que hoy no iva el sacerdote. Está bien, me dije, me voy a otro lado.
Me tomo el colectivo y me voy a una capilla cerca de mi casa, cuando llego, estaba cerrada con reja, está bien, dije, no voy a pensar, voy a ir a otra Iglesia que es más grande y ahí seguro va a estar abierta y van a estar confesando. De nuevo me tomé el colectivo y además el tren.
Llego y... No solo estaba cerrada, sino que además tenía un candado ENORME. Está bien, las voces que estaba tratando de silenciar, ya nos las podía callar más y entonces ahí, el enemigo comenzó a hablarme:
-¡Ah! ¡Dios te cerró la puerta, ya no te va a perdonar! ¡ESTAS CONDENADA! ¡Dios no te perdona, Dios no te quiere, te va a mandar al infierno!
Esas palabra se me repetían muy fuerte en mi cabeza y eran tantas que me las empecé a creer, me fui llorando al tren mientras el enemigo me seguía hablando, y yo lo escuchaba, su voz era sarcástica, mi cabeza me estaba estallando, ya no aguantaba más... Todo el tiempo me decía: ¡estás condenada! ¡estas condenada! ¡ya no hay oportunidad! ¡Dios te cerró la puerta!
Hasta que apareció otra voz llena de paz que me decía:
-¡El que busca encuentra!
Todo el viaje en mi cabeza era:
-¡Dios te cerró la puerta, estás condenada
-¡El que busca encuentra!
Al escuchar, el que busca encuentra, se me vino el recuerdo de una Iglesia a la que habia entrado "de casualidad" dos días antes, y había visto "de casualidad" los horarios de confesión. Y me acordé que ahí confesaban por la tarde de 17 a 19hs. Era el medio día y como mi cabeza me estallaba, me acosté y me levanté al horario.
Me fui temprano para la Iglesia, para llegar antes y no esperar, me tomé el colectivo y el tren y llegué cinco minutos antes de las 17hs.
Llegué y en el confesionario no había nadie, pero claro, faltaban 5 minutos todavía, esperé y los 5 minutos se hicieron las 17hs y luego las 17:10, las 17:20, las 17:30 y no aparecía nadie, comenzaron otra vez las voces del enemigo, ¡te vas a condenar!, ¡te vas a condenar!, ¡te vas a condenar!. Entonces me dije, listo! Estoy perdida, me voy!
Antes de poder moverme para irme, se apareció un hombre de la nada que me dice: "Te veo nerviosa", le digo, ¡Sí! porque quiero confesarme y no hay nadie! Me voy!!!. Y me dijo, esperá, ya va a aparecer alguien, y me empezó a contar la historia de su vida y así me entretuvo media hora más, como no aparecía el sacerdote, me dice, esperá que lo voy a buscar. Se fue y al rato viene y me dice, ahora viene el sacerdote.
Esperé un rato y ¡al fin apareció!. Estaba muy nerviosa!! Lo primero que se me vino a la mente es: ¡Uh! ahora me va a preguntar cuánto hace que no me confieso y cuando le diga ocho años ¡me va a retar!
Entré al confesionario, me senté y... lo primero que me preguntó es... ¿CUÁNTO HACE QUE NO TE CONFESÁS? Le contesté muy bajito: ¡ocho años!
La cara del sacerdote se iluminó, hizo una sonriza taaann GRANDE que no le entraba en la cara, era tan extraña su sonriza y de tanta felicidad, que yo vi a Dios Padre que me sonreía, era Él, vi el rostro de Dios!!! Mientras me sonreía el sacerdote me decía: ¡Que bueno que volviste a casa, no te vallas nunca más!
Saqué mi hoja con los pecados y comencé a decírselos, pero cada vez que decía uno, no me dejaba terminar, me cortaba y me decía: ¡Que bueno que volviste a casa! Y así toda la confesión, no me dejaba decir nada, sólo se sonreía y me decía: ¡QUE BUENO QUE VOLVISTE A CASA!
Luego de decir los pecados, me absolvió y me fui, cuando salí del confesionario estaba el señor que me había estado hablando, esperándome, se me acercó y me dió un rosario y desapareció. (yo creo que fue un ángel, porque si no era por él, me hubiese ido)
Cuando salí de la Iglesia para ir a mi casa, empecé a tener una sensación de que flotaba, y era ¡tan real!, que sentía verguenza por si alguien me veía caminando raro. ¡Flotaba! Mi cuerpo estaba tan liviano que parecía que caminaba sobre nubes, ¡era real!.
Ahí entendí que me había sacado una mochila muy pesada y me di cuenta que en verdad el pecado ¡tiene peso!
¡Qué felicidad tenía, era inexplicable, me sentía tan feliz y tan liviana y la sensación de flotar era tan linda que ni siquiera quería que la gente se me acercara, porque sentía que me iban a ensuciar, ¡no queria volver al mundo!
En ese momento se me vino un pensamiento: "Hay más felicidad en el cielo por un pecador que se convierte que por mil justos que no lo necesitan". Y tuve la sensación literal de que en el cielo ¡estaban haciendo fiesta por mí! Miraba al cielo y casi que podía verlos festejandon y felices. También pensaba, cuántas oraciones de personas que no conocía me habían alcanzado la gracia para poder llegar al confesionario.
Hay muchas personas anónimas que oran por nosotros y ni lo sabemos, y ahí estuvieron las oraciones y sacrificios de tantas personas para que no me perdiera. Eso es la comunión de los santos. ¡Qué importante es orar por otros! Cuando estemos en el cielo, nos vamos a dar cuenta cómo nuestra oración por otros sirvió para alcanzarlos. Cuánta gloria se da a Dios orando por otros. Cuánta alegría se da al Corazón de Jesús dándole almas.
Llegué a mi casa muy ¡feliz! Nueva, era otra persona, me vinieron las ganas de ir a Misa todos los días y de confesarme mas seguido. Y sí, comencé a ir a Misa todos los días y me confesaba una vez a la semana.
Al otro día cuando me despierto, escucho una frase en la cabeza que decía: "He despertado en el redil no se como" y me dije, bueno. A medida que pasaba el día la la frase se me repetía una y otra vez, yo no le daba importancia y ahí seguía, hasta que dije: ¡bueno Dios! ¡yo no sé lo que es redil! Y la frase desapareció.
Al otro día cuando me despierto se me aparece la frase pero esta vez con melodía, entonces dije: ¡Ah! esa es una canción y la conozco. Hacía 8 años que tampoco escuchaba música, asi que tuve que buscarla porque ni sabía que decía, sólo me acordaba de la melodia. La encontré y cuando la escuché y llegué a la parte del estribillo fue muy grande mi sorpresa! El estribillo decía: "Y se alegra tanto de que allá vuelto a casa" ¡Wow! eso es lo que me decía el sacerdote, me dije y entendí que era Dios el que me lo estaba diciendo. Que Dios se alegraba por mi vuelta a casa. La sigo escuchando y decía: "Que no piense, que descance, que no pasa nada, y dormido en su regazo lo he sabido, tengo vida tengo dueño y soy querido"
Cuando escucho la canción toda entera, me doy cuenta que describía todo lo que me había pasado, antes y durante la confesión, y me di cuenta que era el hijo pródigo que volvía y Dios me hacía una ¡fiesta!
Una parte de la canción decía: ¡Que no piense que descance, que no pasa nada". A ese "detallito" de ¡QUE NO PIENSE! No le hice caso y ahí es donde viene la otra parte del testimonio.
Nos vemos en la segunda parte.
¡Dios te bendiga!
martes, 4 de julio de 2017
Mandanos tu testimonio
Todo lo puedo en Cristo que me fortalece
Muchos te van a decir que no valés nada, que no servís, que no calificas, que sos inútil, que hay otros mejores!!!
Sin embargo... Hay un plan de Dios que lleva tu nombre y el único que califica para ese plan sos vos!
Porque para Dios, Sí calificás, Si sos importante, Sí vales, Sí lo podés hacer, es más, sos el único, lo que Dios confió en tus manos, solo vos lo podés hacer.
No escuches las voces de los otros, ni la de vos mismo, y menos la del enemigo. Esas voces que te dicen: no podés.
Escuchá la voz de Dios que te dice: SÍ PODÉS, CONFÍO EN VOS Y TE ESPERO!
Dios te necesita! El te da las fuerzas, las capacidades y los talentos.
Y si todavía crees que no podés, acordate: TODO LO PUEDO EN CRISTO QUE ME FORTALECE
lunes, 3 de julio de 2017
No tengan miedo
Señor, que nada me asuste ni me desespere, sabiendo y confiando que tu amor me sostiene en toda situación.
Mi vida está en tus manos amorosas de Padre. Tú velas por mí cuando estoy despierto y cuando duermo, me cuidas y proteges siempre.
Hacia la meta
Yo miro hacia adelante porque ahí está mi Dios y no miro a los costados, no vaya a ser que me distraiga y no llegue a mi fin. Mi fin es Dios, El es mi meta y hacia ahi voy, mis ojos estan enfocados en él, miro hacia adelante, solo hacia adelante, porque ahí está El.
Miro hacia El y camino porque ahí está mi meta, mi fin.
Que nada te distraiga en tu camino hacia Dios!
La Corona es del que gana la carrera.
¿No saben que en una carrera todos los corredores compiten, pero solo uno obtiene el premio? Corran, pues, de tal modo que lo obtengan. (1Corintios 9,24)
domingo, 2 de julio de 2017
Ayudame Señor
Hoy te quiero alabar, Señor,
y no sé, no sé como empezar,
no encuentro palabras para Ti, Oh Papá.
En mis ojos sólo hay tristeza,
en mis labios, sólo amarguras,
en mi vida y en todo mi ser: soledad.
AYÚDAME SEÑOR,
TÚ QUE ERES LA LUZ DE MI VIDA,
EL FARO QUE ME GUIA, POR ESTA OSCURIDAD.
AYÚDAME SEÑOR, TU QUE SANAS LAS HERIDAS DE MI ALMA Y LLENAS MIS VACÍOS COLMÁNDOLOS DE AMOR.
Te soltaste de mi mano, querido hijo
y cambiaste, cambiaste de camino,
buscando otros destinos;
te volviste a equivocar.
Cuantas veces me engañaste y a
Mis palabras cerrabas tus oídos
y hoy vuelves a Mí arrepentido,
dispuesto a cambiar.
No soy nada
Todos somos miserables, el tema es reconocerlo y entregarle nuestras miserias a Dios.
dice San Pablo en 1Corintios 1,28-29: Y lo vil del mundo y lo despreciado ha escogido Dios, y aún lo que no es, para destruir lo que es; a fin de que delante de Dios no se gloríe ninguna carne.
Es bueno ir ante Dios, ante el Sagrario o al Santísimo y con humildad de corazón decirle, acá estoy Señor, no soy nada, Vos lo sos todo, todo lo que tengo te lo debo a Vos, toma mis miserias, mis debilidades, mis caídas, mis fracasos, mis frustraciones, tomalas Señor y usalas como quieras. Vos te Glorias en mi debilidad, en mi miseria, en mi nada!
sábado, 1 de julio de 2017
¿Por qué no le creemos a Dios?
No le creemos a Dios por diferentes razones, en lo natural hay heridas, hay mala imágen de Dios que pudo haber sido heredada o transmitida, o simplemente nadie nos habló de Él y no lo conocemos. Hay frustraciones, malas decisiones, maltratos, rechazos, situaciones en donde nos acostumbramos a que lo normal es ser maltratados, entonces, como no conocemos otra cosa, no podemos pensar que Dios es diferente, y no le creemos.
En lo espiritual, viene el enemigo y aprovecha todas esas situaciones y comienza a hablarnos al oído, muy sutil, para que no nos demos cuenta, poniéndonos verdades con mentiras, o verdades retorcidas.
Viene y nos dice: nadie te quiere, sos un don nadie, sos un rechazado, no encajas en ningún lado, nunca vas a conseguir lo que queres, nunca nadie te va a querer. Y llega más lejos aún y te dice: y por qué no te matas? Si aquí no cuentas para nadie?.
Y como estamos acostumbrados al maltrato y estamos llenos de heridas le creemos!!! El enmigo apovecha todas nuestras heridas para hablarnos, para hacernos perder, porque él solo vino a robar, a destruir y a matar.
¿Cómo le podemos creer a Dios con toda esa cantidad de mentiras a cuestas?, porque sí es verdad que te rechazaron y te maltrataron, pero no es verdad que nunca nadie te va a querer o que siempre vas a ser un desdichado como te quiere hacer creer. Acuérdate, el utiliza tus malas vivencias, tus heridas, para engañarte.
Luego viene Dios y te dice: eres mi hijo, eres muy amado, vales mucho a mis ojos, tienes talentos y capacidades que no imaginas, si supieras lo que yo veo en ti! Si supieras los dones y talentos que puse en ti, si supieras lo que te tengo confiado? Eres mi joya mas preciada!
PERO NO LE CREEMOS!!! Y ahí andamos detrás de las mentiras del enemigo y creyendole todo, a él que solo quiere nuestra ruina. Y te mete ideas en la cabeza contra Dios, te dice que Dios es un tirano, que no quiere tu felicidad, que solo quiere destruirte.
Una vez una persona me dijo: "Yo no voy a ir a la Iglesia para ser una frustrada". Esas son las mentiras del enemigo, hacerte creer que si sigues a Dios, tu vida va a ser frustrada, cuando en realidad tu vida solo se cumple en el propósito de Dios. El enemigo es el que te frustra, el te ata, te envuelve, te engaña, te hace caer, te ataca y te mata, y crees que andas por la vida muy feliz, pero en el fondo sabes que no es así, que solo eres un títere del enemigo. Y tu espíritu, que sí conoce a su creador, GIME CLAMAMDO A DIOS!! VUELVE DIOS!! NO ME DEJES!! NO ME ABANDONES!! NO TE VALLAS, POR FAVOR, TE NECESITO DIOS!!
Vamos por la vida engañados, creyendo las mentiras del enemigo y dudando de las verdades de Dios. Y decimos: Dios no quiere que sea feliz, Él no me deja libre, Él tiene muchas reglas, la religión es un invento para dominar mentes pequeñas.
Dios, es un Dios respetuoso, Él te creó, eres su hijo, y sin embargo te deja libre. Él te da dos caminos a seguir: EL DE LA VIDA Y EL DE LA MUERTE! Solo dos caminos!! Y la mayoría, el mundo, elige el camino de la muerte y se vuelve títere del demonio. Dios ve como sus hijos van tras el camino de la muerte, porque Él les dió la libertad de elegir!! Pero como es tu Padre, y sabe que por ese camino vas a tu muerte, va detrás de ti, hablándote todo el tiempo, susurrandote al oído: vuelve hijo, vuelve, tu Padre te espera, tu Padre te perdona. Pero no lo escuchas, el enemigo ya te envolvió en sus mentiras, en sus placeres, en su perdición, y ahí vas, muriéndote por dentro, pensando, ¿por qué no soy feliz?
Ya es hora de dejar las mentiras del enemigo y creerle a Dios, ¡ya!, no hay tiempo, es ahora, sana tu pasado, entrégaselo a Dios, él lo va a sanar y a restaurar, el va a recuperar la identidad de hijo de Dios que el enemigo hizo que dejes a un lado. Eres hijo de Dios!! Vuélvete a él, entrégale todo, tus miserias, tus heridas, tus tristezas, tus frustraciones, tus lágrimas, tu cansancio, tus caídas. Él te va a sanar, Él hará que vuelvas a decir: ¡Soy hijo de Dios! Y así vas a poder creerle a Dios.
Tu padre te espera, vuelve a casa y creele!
El plan de Dios tiene tu nombre
Eres la joya de Dios, su piedra más preciosa, Él te compró con su Sangre, Él entregó su vida por ti.
Eres importante para Dios, tu valor es el precio de su Sangre. Dios cree en ti más que tu mismo, Él ve tus capacidades y talentos, Él ve su obra terminada y es perfecta, Él está esperando que te levantes, está esperando que le creas y que creas en ti.
Dios confía en ti, Él tiene un plan, un propósito que quiere poner en tus manos, pero para eso, tienes que levantarte y creer que puedes, ¿cómo no vas a creer en ti, cuando Dios sí cree?
Vamos!! No lo hagas esperar más, levántate, Dios te está esperando, Él necesita tus manos, tus talentos, tus capacidades. En tus manos está la salvación de muchas almas que esperan tu palabra, tu testomonio, tu fe, tu llamado.
VAMOS!!! Dios confía, Dios te espera, Dios te ve, para Él eres grande, capas, eres fiable, eres confiable, porque Él te hizo perfecto y te hizo con un propósito desde toda la eternidad.
Que nadie te haga creer que no vales nada, que no servis para nada, Dios te creó con un plan desde toda la eternidad, para El valés, para el eres bueno. En su Plan, encajas perfecto!
El mundo te va a hacer creer que no encajas, que no sirves, que eres un don nadie, un hijo de nadie, un rechazado un despreciado. Eso que te hace creer el mundo, es la voz de Satanás. No la escuches!!
Escucha la voz de Dios que te dice: Para Mí vales mucho, por ti entregué a mi Hijo, por ti doy mi vida, Yo te necesito, mi propósito tiene tu nombre! Nadie más lo puede hacer!!
Levántate, te estoy esperando. No tardes!!
Atte. Dios.
Mensaje de Jesús
¿Por que te confundes y te agitas ante los problemas de la vida?
Déjame el cuidado de todas tus cosas y todo te irá mejor. Cuando te abandones en mí todo se resolverá con tranquilidad según mis designios. No te desesperes, no me dirijas una oración agitada, como si quisieras exigirme el cumplimiento de tu deseos. Cierra tus ojos del alma y dime con calma: "Jesús yo en ti confío".
Evita las preocupaciones y angustias y los pensamientos sobre lo que pueda suceder después. No estropees mis planes, queriéndome imponer tus ideas. Déjame ser Dios y actuar con libertad. Abandónate confiadamente en mí. Reposa en mí y deja en mis manos tu futuro.
Dime frecuentemente: "Jesús, yo confío en ti". Lo que más daño te hace es tu razonamiento y tus propias ideas y querer resolver las cosas a tu manera. Cuado me dices: Jesús, yo confío en ti, no seas como el paciente que le pide al médico que lo cure, pero le sugiere el modo de hacerlo. Déjate llevar en mis brazos divinos, no tengas miedo, YO TE AMO. Si crees que las cosas empeoran o se complican a pesar de tu oración, sigue confiando. Cierra los ojos del alma y confía.
Continúa diciéndome a toda hora: "Jesús yo confío en ti". Necesito las manos libres para poder obrar. No me ates con tus preocupaciones inútiles. Las fuerzas de la oscuridad quieren eso: agitarte, angustiarte, quitarte la paz. Confía solo en Mí, abandónate en Mí. Así que no te preocupes, echa en Mí todas tus angustias y duerme tranquilamente.
Dime siempre: Jesús yo confío en Ti y verás grandes milagros. Te lo prometo por Mi AMOR.
https://youtu.be/HYaSUrvDn_0
Palabra de Dios
La Palabra de Dios se cumple todos los días, es Palabra viva, en ella Dios nos revela cosas, nos indica el camino a seguir, nos da instrucciones, nos dice que hacer y que no hacer, cuando moverse y cuando quedarse quieto, nos da consejo, sabiduría, entendimiento.
Que no te engañen. La Biblia no es un libro de historia. Es Palabra viva de Dios.
Cielo y tierra pasarán, más tu Palabra no pasará.
El pecado de impureza.
Vi al Señor Jesús atado a una columna, despojado de sus vestiduras y enseguida empezó la flagelación. Vi cuatro hombres que por turno azotab...
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